Page 24 - Revista Yucatan Octubre 2022

Por Felipe Ahumada Vasconcelos
En nuestro andar por las calles somos parte y creadores del paisaje urbano, este espacio que conforma nuestro espacio y que más allá de la prime-
ra mirada, nos lleva por caminos inimaginables cuando nos abrimos a la contemplación, tam- bién –digámoslo así- con los ojos del alma.
Entonces, la ciudad es una compleja masa organizada de edificios y calles, monumentos y plazas, puertas, balcones, ventanas, rejas, calle- jones y explanadas. Todo lo material que la cons- truye y la precisa tecnología que enciende los semáforos, da vida a los anuncios luminosos, vi- gila el meticuloso cálculo con que todo funciona y garantiza la prestación puntual de los servicios.
Pero es también una fuente inagotable de metáforas, en donde cada quien, a partir de su propia historia individual, construye símbolos
PAISAJES
- Casas
que le dan significado a la experiencia de andar las calles sin oponer barreras a la íntima mirada.
Un parque es un recuerdo, un árbol un des- canso, una flor es una cita, una nube un anhelo.
También hay en la ciudad casas en ruinas, con ventanas rotas, cornisas que parecen llorar lágrimas negras, puertas desvencijadas apenas sujetas a las rejas que aún conservan sus cadenas y candados cerrados, como si quisieran detener al tiempo que las ha carcomido y derribado.
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