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Desmitificando a la insólita Australia

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Desmitificando a la insólita Australia

Por Ana Laura Preciado

Algunos idealizan a la icónica Casa de la Ópera en Sídney; otros más sonríen ampliamente cuando se proyectan a sí mismos abrazando a un koala o un canguro; los absortos imaginan a surfistas deslizándose entre las caracoleantes olas; en cambio los temerosos, se figuran hordas de enormes arañas arremetiendo contra las paredes, encarnizadas luchas entre pitones de más de 3 metros y cocodrilos gigantes, decenas de tiburones blancos arrojándose contra los turistas, gran parte de la culpa puede ser atribuida a la sesgada influencia hollywoodense.

Debido a un fortuito viaje de trabajo, Autralia entró a mi vida y en vista de los desafortunados comentarios encontrados antes, durante y después del viaje, me daré a la tarea de desenmascarar a la auténtica Australia.

Si bien es reconocida a nivel mundial por su vasta y extravagante fauna, no significa que chocarás con estos en el inodoro de tu casa o al abrir una gaveta de la cocina. Aunque este país sea morada de algunas de las especies más mortíferas, la probabilidad de encontrarse con alguno de estos es mínima; claro está si viajas al famoso ‘Outback australiano’, en ese caso las posibilidades aumentan.

Las zonas urbanas son seguras, sea la perspectiva desde donde la observes, es decir: no hay riesgo de tropezar con musculosos canguros gigantes dispuestos a agredirte o ser asaltado por algún merodeador a plena madrugada. Resultó increíble estar caminando a las 3:30 am por las desiertas calles del centro de Melbourne, vagar por algunos sombríos callejones, y aun así tranquilamente llegar al alojamiento.

Otro aspecto a mencionar es el estilo de vida y la representación del australiano en general; la industria cinematográfica y cualquier medio masivo nos ha estado vendiendo desde hace muchos años una particular imagen de estos. Es pasmoso escuchar a varias personas describir a los australianos como individuos altos, rubios, usando eternamente un calzón de baño, con una tabla de surf en un brazo mientras con la otra cierran con seguro una vieja combi, tal y como aparecen en incontables películas y series de televisión.

Esta concepción del australiano no puede ser más errónea; es una realidad la presencia del surf en la cotidianidad de muchos y su distintivo estilo de vida apacible es indiscutible, pero esto es debido al abundante tiempo libre disponible de estos luego de una dura jornada laboral. Los horarios laborales en Australia están muy marcados y los ratos de ocio, así como los momentos para compartir con la familia y amigos son sagrados, por lo que es extremadamente raro encontrar a alguien trabajando tiempo extra. Gracias a ello, los aussies gozan de una forma de vida pacífica y repleta de hobbies como lo es el surfing para muchos de ellos, sin embargo no todos se transportan en combis estilo vintage o visten sandalias y trajes de baño como ropa de diario.

Por otra parte, Australia es un país multicultural, por lo que un ciudadano australiano puede ser un rubio ojiazul, un castaño con ojos rasgados, un moreno con acento indio o un aborigen. Por consiguiente puedes encontrar una extensa variedad de opciones gastronómicas, una variada concentración de religiones y un sinnúmero de idiomas el cual al final todos coinciden en uno: el inglés.

Existen otros detalles sobre esta nación los cuales vale la pena destacar y mucha gente ignora, como por ejemplo: la capital es Canberra y no Sidney como muchas personas creen; si bien es cierto está localizado a miles de kilómetros de México, en la actualidad las conexiones áreas son tan diversas que no es necesario viajar por muchos días consecutivos para llegar ahí. Asimismo, se encuentra ubicado en el hemisferio sur, por lo tanto, las estaciones están invertidas, así que el mes de diciembre es un pretexto ideal para disfrutar del típico verano australiano (curiosamente no tan distante del invierno en Mérida, cada vez más caluroso).

Este último punto me lleva a otra creencias esparcida entre los crédulos la cual es el clima; es común escuchar el comentario “Australia es caluroso, a donde te muevas siempre encontrarás la oportunidad de darte un chapuzón para dosificar la sensación de calor”. Sinceramente este país tiene de todo: puedes toparte con el no tan atípico infernal día de verano donde lo único que deseas es tumbarte en una cama con el aire acondicionado a su máxima potencia, pero también con un frío tan intenso que te cala hasta los huesos. Esto claro depende de la zona donde te encuentres, pero en definitiva, tanto la nieve como el sol están presentes en tal inusitada nación.

Lo crean o no, Australia resulta cada vez más atractivo para el turismo; séase por su innegable seguridad, su infinita oferta de atractivos turísticos o el atrayente exotismo de su lejanía, vale mucho la pena conocerle. Y si después de leer este artículo sigues sin creértelo y todavía vacilas en alguna vez visitarlo, sugiero te aferres a los mitos antes mencionados… total, aquella dosis de aventura y emoción en tu viaje nunca te faltará.

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