A un mes de iniciado el proyecto de exploración del Cráter de Chicxulub se ha perforado con éxito 760 metros de los mil 500 programados, y se ha obtenido material que será de suma trascendencia para conocer más sobre cómo se recuperó la vida después del impacto del meteorito, cuánto tiempo tardó y cuáles fueron las especies que primero colonizaron los ambientes, entre otros datos que modificarán las teorías sobre este tema o complementarán el rompecabezas que actualmente se tiene.
En conferencia de prensa, la investigadora de la UNAM, Ligia Pérez Cruz, quien estuvo durante 24 días en el barco exploratorio y que el pasado sábado bajó a tierra de acuerdo a lo programado, explicó que ha sido una experiencia única desde el punto de vista científico y de su proyecto de vida personal.
Presentó imágenes de varias de las actividades desarrolladas en la plataforma ubicada a 19 metros sobre el mar por las costas de Sisal y recordó que, del grupo internacional de 30 científicos, sólo dos son de México, ella y Mario Rebolledo Vieyra, investigador del Centro de Investigaciones Científicas de Yucatán, quien hoy martes subirá a la nave para estar hasta el 6 de junio, cuando concluya el proyecto de perforación.
Aunque sostuvo que con los resultados preliminares que se tienen hasta ahora se puede considerar que hay datos nuevos a lo conocido en la actualidad, subrayó que la información oficial se dará a conocer hasta el año que viene porque el material obtenido requiere de un análisis detallado por parte de los científicos.
