Breve homenaje a su vida y obra
Heredero del talento de Ricardo Palmerín y Guty Cárdenas, su trascendencia musical lo llevó a ser bautizado como ‘El último bohemio de la trova yucateca’ por el poeta izamaleño Ricardo López Méndez
Por Francisco F. Gamboa
Nacido el 20 de febrero de 1915 bajo el nombre de Pastor Eucario de Jesús Cervera y Rosas, desde los seis años sólo tuvo dos cosas: guitarra y caballos, por lo que creció en un ambiente rural y con mucha cercanía hacia los animales, en especial a los equinos: Como apodo la gente me decía ‘El Brujo’, porque desde niño tengo habilidad para curar caballos que otros no pueden, nos cuenta el Mtro. Pastor en su disco Pastor Cervera Trovador.
Desde muy niño mostró aptitudes y gran interés en la música, lo que lo llevó a formar un conjunto al lado de su hermano Ermilio y su cuñado Medrano Cervera. A los 12 años, el amor por una quinceañera lo llenó de inspiración para escribir su primera canción… a lo que recibió una cachetada como pago.
Antes de brillar con sus canciones se dedicó de lleno a atender a su familia: Me casé con Juanela a los 21 años, tuvimos once hijos, fue cuando dejé de tocar la guitarra, porque tenía que sostenerlos tanto a ellos como a mis hermanos y mis padres, platica el Maestro en el mencionado disco. Durante este periodo se desempeñó como carnicero en el mercado de Santa Ana, como campesino en cultivos de henequén, y como obrero.
A los 43, por ánimos de su esposa retomó la guitarra y empezó a componer de nuevo, de este periodo se destacan las canciones El collar y Como un lucero. Más adelante, en 1959, don Pastor participó en el Concurso de la Canción Yucateca Chan Cil, organizado por la Sociedad Artística Ricardo Palmerín, y de la cual los temas La tarde y Así te quiero resultaron finalistas.
Desde ese entonces, empezó a figurar como un personaje destacado para la para la trova yucateca, en la que realizó varios duetos al lado de Juan Acereto, Enrique ‘Coqui’ Navarro y Lía Baeza.
Son conocidas alrededor de 50 canciones suyas, sin embargo, algunos afirman que escribió más de 300, entre las que destacan Bésame con pasión, La gloria de tu beso, Si yo pudiera, Mi última canción, No comprendes; además de darle música a letras de otros poetas, como Inútil fuga con Emilio Padrón, La tarde con Humberto Lara y Lara, Ya están viejos mis sueños al lado de Monis Zorrilla, entre otras más.
El recientemente perecido Armando Manzanero lo entrevistó en 1997 para el programa de radio Manzanero a través de su música, que se transmitía a través de la señal del Instituto Mexicano de la Radio (IMER). En ella, el Mtro. Manzanero elogió la enorme capacidad de combinar sus talentos musicales y combinarlas con unas letras envidiables, dándonos así unas canciones con un cuidado impecable en el fraseo y los acentos.
Fue un hombre de gustos simples, pues a pesar de que diversas sociedades pugnaron para que el Maestro viviera mejor remunerado de sus regalías, éste se sentía cómodo con su estilo de vida: Afortunadamente no soy rico, nunca aspiré a ello, no podría dormir tranquilo con el estómago lleno pensando que más de tres cuartas partes de la población en el mundo sufren por hambre, menciona al respecto en el disco Pastor Cervera Trovador.
Durante su vida fue merecedor de varias distinciones: en 1973 el Ayuntamiento de Mérida le otorgó la Medalla Guty Cárdenas; en 1990, el gobierno del entonces Distrito Federal le realizó un triple homenaje que consisitió en la entrega de la medalla Agustín Lara en la Casa de la Música Mexicana, una audición dominical en la Alameda Central, así como un concierto de gala en el Teatro de la Ciudad; y en 1995, el gobierno yucateco le concedió la Medalla Yucatán.
Al alba del nuevo milenio, el 31 de mayo de 2001, el Maestro Pastor Cervera dio su último suspiro en su casa, en Mérida. Desde 2004, sus cenizas reposan en el Monumento a los Creadores de la Canción Yucateca, situado en el Cementerio General de la Ciudad, además de tener una sala en el Museo de la Canción Yucateca.
@FranFernandoMX
