Diapositiva anterior
Diapositiva siguiente

Las adolescentes más propensas a migrañas

Diapositiva anterior
Diapositiva siguiente

Las adolescentes más propensas a migrañas

020312mujeresMérida, Yucatán, a 25 de octubre de 2012.- Antes de la pubertad no hay diferencias entre la cantidad de niños y niñas que padecen cefaleas –dolor de cabeza-, pero tras esta fase de la vida la migraña es mucho más común en las adolescentes. En algunas ocasiones finalizan en la adolescencia, pero pueden volver cuando se alcanza la edad adulta, mencionaron los especialistas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Yucatán.

Los niños más pequeños suelen sufrir migrañas en las dos partes de la cabeza, mientras que los mayores suelen sentirlo en una sola parte. Afortunadamente los ataques son más cortos en los niños que en los adultos. Los síntomas relacionados más comunes en los niños son la náusea y los vómitos, la diarrea, un aumento de la necesidad de orinar, sudores, sed, e hinchazón.

Una migraña es un dolor de cabeza pulsátil y muy intenso que habitualmente afecta a un lado de la cabeza, aunque puede afectar a ambos, señalaron los especialistas del IMSS. El dolor empieza repentinamente y puede estar precedido o acompañado de síntomas visuales, neurológicos o gastrointestinales.

La migraña puede iniciarse a cualquier edad, generalmente empieza en personas entren los 10 y 30 años. A veces desaparece después de los 50 y es más frecuente en mujeres que en varones.

Las «auras» visuales no son tan comunes en los niños como en los adultos. Frecuentemente los dolores de cabeza provocados por la migraña se atenúan en un año. Al igual que en los adultos, hay que identificar y evitar los factores que provocan las crisis o las potencian. Los médicos suelen recomendar mantener una hora fija para acostarse y para comer; así como evitar una sobrecarga de actividades.

Los tratamientos no farmacológicos o las técnicas de relajación se recomiendan especialmente en los niños de esta edad, que suelen ser más receptivos a estas terapias que los adultos. Si fuese necesario el tratamiento con medicamentos, su médico familiar lo recetará ya que las dosis y la duración son diferentes en cada paciente, en especial en los niños.

Facebook
Twitter
LinkedIn