Aporte musical yucateco al mexicano ranchero
Por José Luis Preciado
Hace poco en Radio Fórmula tuve la fortuna de entrevistar a Miriam Núñez, allí le dije cómo sus canciones habían sido la cuna de mi niñez en el rancho de El Palmar. También le dije que ella y su hermana Nelly hicieron historia en la radio nacional mexicana con sus canciones rancheras, la recuerdo con el radio a todo volumen y esa pegajosa tonadita de “un clavo con otro dicen que sí se saca, pero tú me has dado en toda la chapa”, o esa que le dedicábamos a las mujeres de aquella época:
Tu retratito
lo traigo en mi cartera…
donde se guarda
el tesoro más querido…
Y puedo verlo a la hora
que yo quiera…
aunque tu amor para mí
ya esté perdido…
Es una desgracia que Las Hermanas Núñez no sean profetas en su tierra, porque en todo el país fueron una maravilla de voces hermosas y limpias que colmaron de encanto a nuestra querida radio.
La voz engolada del presentador sonaba a triunfo, cuando el teatro estudio estaba a reventar y ellas con su pulcro terno entonaban las más bellas canciones, entre ellas su mayor éxito: Reconciliación de Acrelio Carrillo, compositor yucateco, también ignorado por su tierra y famoso en el resto del país:
Quisiera convencerte que es mentira
que yo te traicioné por otro amor
pero mi orgullo me ha detenido
y no podrás gozar mi humillación
A veces por capricho del destino
le damos un pecado al corazón
me mortifica volver a verte
y darte una segunda explicación
Despréciame si quieres, alma mía
castígame si estás en tu deber
que nada ganarás con tu ironía
tú siempre por mi amor has de volver
Allá por los 50s y 60s el locutor de la radio anunciaba a este maravilloso dueto femenino: Desde la península yucateca escucharemos las hermosas voces de Las Hermanas Núñez: Miriam y Nelly, originarias de Tizimín Yucatán….
Siendo niñas, en 1954, debutan como bailadoras de jarana en la obra regional “Henequén a Rusia”, presentada por la compañía de Daniel “El Chino” Herrera. Su principal impulsor, fue su papá quien les enseñó a tocar la guitarra. Hacia 1957 hicieron una larga gira por Campeche y actuaron en la emisora XEA. Más adelante reciben clases del trovador Santiago Manzanero (padre del cantautor Armando Manzanero). Se establecieron en la ciudad de México y con el apoyo de “El Chino” Herrera actuaron en el programa “El Estudio de Pedro Vargas”. Ingresaron al elenco de la disquera Musart y graban sus primeras canciones. En 1955 son parte del elenco del sello Orfeón. En 1968 consolidan su carrera con la grabación del tema Reconciliación, alcanzando los primeros lugares en las listas de popularidad. Según otros datos, su padre era de oficio peluquero y fue asesinado en la ciudad de México durante los tiempos de éxito de sus hijas. Hace algunos años, Miriam celebró sus 45 años como trovadora y hace como 30 años es solista. Su hermana Nelly se casó con un estadounidense y se fue a vivir a Indianápolis con sus hijos Cuauhtémoc y Lucita.
El libro Peregrinas escrito por Miriam, cuenta la historia de este dueto femenino, orgullo de Yucatán para México y el mundo.