Mérida, Yucatán, a 24 de marzo de 2010.- Por segunda ocasión en los últimos ocho años, el avión caza-huracanes de la Fuerza Aérea Estadunidense aterrizó en suelo yucateco, como parte de la conmemoración del Día Meteorológico Mundial. Su partida está programada para este miércoles, en punto de las nueve de la mañana.
Alrededor de las 12 horas de ayer, el avión Hércules, matrícula AF5304, aterrizó en la pista principal aeropuerto yucateco ante la mirada de decenas de personas que, admiradas, observaban y escuchaban la potencia de los motores del caza- huracanes, importante herramienta para prevenir grandes tragedias en diversos países.
Así como arribó, se espera que la poderosa aeronave despegue por la mañana, con el objetivo de volar al ojo de los huracanes durante esta temporada ciclónica, para recabar información y hacer más previsible el curso de esos fenómenos meteorológicos.
Los capitanes de vuelo del caza-huracanes, Dave Borsi y John “Astro” Talbot, encabezaron la explicación del funcionamiento de la aeronave, cuya función es atravesar los huracanes para determinar la velocidad de sus vientos y con ello, activar las medidas preventivas correspondientes ante la presencia de este tipo de fenómenos naturales.
El avión Hércules es un modelo C-130J que cuenta con equipos de radar, medidores de presión atmosférica y computadoras conectadas vía satelital al Centro Nacional de Huracanes de Miami, desde donde se monitorea el comportamiento de estos fenómenos.
Con seis años de antigüedad, el avión es uno de los 10 que conforman la flota de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos para cumplir con dicha función.
Por otra parte, el coordinador del Servicio Meteorológico Nacional, Felipe Adrián Várguez Gálvez, informó en torno al pronóstico de huracanes para la temporada 2010, que el número vaticinado se encuentra dentro de la media, no obstante, pidió estar atentos pues dichos pronósticos deben ser actualizados conforme transcurra la temporada.
De acuerdo con el funcionario, la temporada de huracanes para este año incluye un total de 13 fenómenos en el océano Pacífico y 12 en el Océano Atlántico.
