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Abismo comercial en el precio del espelón

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Abismo comercial en el precio del espelón

Los consumidores de espelón en Mérida pagan casi 4 veces más por un atado que el precio al que lo vendió el campesino en Oxkutzcab, según se observó ayer en el mercado Lucas de Gálvez en Mérida.

POR ESTO! publicó ayer que los campesinos en Oxkutzcab están “aguantando” la cosecha de espelón para lograr un mejor precio, ya que cercano a las fechas de “finados” (1 y 2 de noviembre) podrían vender cada atado de 60 piezas en 8 pesos, ya que actualmente les pagan a 4 pesos.
El abismo comercial entre lo que cobran los campesinos, por el pesado trabajo del cultivo, y lo que pagan los consumidores en Mérida, refleja el coyotaje que hay en la cadena productiva y lo desventajoso que es para el hombre de campo.
Mientras hoy el campesino de Oxkutzcab cobra 4 pesos por el atado, en el mercado Lucas de Gálvez algunos venteros ofrecen en 15 pesos el atado, sin saber si son atados de 60 vainas cada uno, cuando el campesino tiene el cuidado de contarlos y “atarlos”.
En un recorrido ayer por el Lucas de Gálvez se observó una gran variedad de presentaciones del espelón, ya sea por atado, por kilo, por bolsa chica, bolsa grande.
-¿A cómo da el atado de espelón?
“A 15 pesos”.
-¿Y cuántos trae?
“Ay no sé. Cuéntelos”.

“Lo dan muy caro”

Los venteros de las puertas del mercado son los que venden hasta en 15 pesos el atado y los que están en las mesas del fondo lo ofrecen como en Oxkutzcab, a 4 pesos el kilo: “porque somos de allá y lo traemos directo con más productos, pero los demás lo dan muy caro, de a 8 pesos el atado, de a 6 pesos, y hay hasta de a $15, muchos no saben del trabajo de esto, no más ven ganar más”, dijeron algunos venteros.
Además de venderlo por atado o “rollito”, en el mercado se vende por kilo, desde 25 y hasta 50 pesos.
Las presentaciones varían en cada puesto, la calidad y el trato también.
Cartulinas con el precio escrito a mano y los montones de atados y bolsas con espelón pelado son las constantes imágenes en estas fechas.
“Es por el flete, por los comercializadores, el que lo compra primero y el que lo trae, son varias manos, más la ganancia”, relataron venteros.
Sin embargo, el trabajo de campo, de seleccionar la semilla, preparar la tierra, sembrar, fertilizar, deshierbar, esperar las lluvias y trabajar desde el amanecer hasta el medio día, cuando los rayos del sol son agobiantes, y cosechar para luego hacer los atados, se lo lleva el campesino, el que sólo cobra 4 pesos por kilo, por una leguminosa altamente demandada en estas fechas de Hanal Pixán.

Fuente: Por Esto!

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