Del 12 al 14 de marzo se llevó a cabo en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) el Congreso Nacional de Vivienda 2013 con sede en la unidad de Posgrado de Economía en la Zona Cultural de Ciudad Universitaria. Donde participó la Antropóloga Natalia Montes de Oca con la ponencia titulada «¿Aún es Mérida la ‘ciudad blanca’?: la huella ecológica de los recientes complejos habitacionales» dentro del eje temático de medio ambiente y vulnerabilidad, con muy buena aceptación por parte de la comunidad académica y estudiantil.
Las reflexiones vertidas por la ponente suscitaron un interés que invita a replantear los modelos de urbanización y como éstos dañan, afectan o alteran los ecosistemas, aportando propuestas y soluciones a dicha problemática.
La Antropóloga explica cómo «desde las dos últimas décadas del siglo XX, la ciudad de Mérida, ha experimentado un crecimiento de infraestructura urbana cada vez más acelerado y deficientemente planeado en términos ecológicos y urbanísticos de calidad, salvo algunas excepciones. Como parte de este crecimiento se contemplan los fraccionamientos de interés social que, incluso, han unido a Mérida con sus comisarías al igual que los complejos residenciales».
«El desmesurado crecimiento de complejos habitacionales ha dado lugar a innecesarios procesos de deforestación y devastación de terrenos baldíos que hasta hace poco fungían como ecosistemas; de modo que donde antes crecían plantas silvestres con propiedades curativas, donde antes habitaban armadillos, zorras grises, mofetas, venados, zarigüeyas, sapos, boas y aves, donde antes era un nicho de frescura ahora brota el vapor sofocante del asfalto y el cemento».
«El tamaño de los patios ha disminuido sobremanera en los nuevos fraccionamientos, si se comparan con los solares de las viviendas rurales y las casas que forman parte del primer cuadro y el norte de la ciudad; en estas zonas de Mérida se observa gran cantidad de casas sin habitantes, con la excepción de algunas casonas céntricas que, generalmente son compradas, restauradas y habitadas por extranjeros. Por lo demás, es una fuerte tendencia o moda vivir en recientes y crecientes fraccionamientos periféricos debida, en parte, a estrategias de mercado».
«En los fraccionamientos de interés social tienden a destinar espacios muy pequeños a áreas verdes tanto en espacios públicos como en viviendas. En ellas se ha observado una preferencia por cubrir la tierra con cemento en lugar de mayor espacio para la vegetación, por cuestiones económicas y de espacio generalmente».
«Con lo anterior entendemos la importancia de formular y respetar las leyes que protejan el medio ambiente, así como programas de sensibilización ecológica, de renaturalización de la ciudad y vivienda, de repoblamiento del centro de Mérida en lugar de crecer más allá de los límites del anillo periférico respetando la diversidad en todas sus manifestaciones, apoyar la verticalidad con energías sustentables, etc., antes de que el cemento cubra más tierra y de que el olvido devore conocimientos de respeto a la naturaleza de la ahora “ciudad gris”.
(Con información de www.infolliteras.com)
