Por Virginia Carrillo.
Actualmente, hemos visto cómo la oferta cultural se reduce cada vez más a los productos mediáticos que distribuyen las industrias culturales dominantes de modo que en nuestra localidad y particularmente en el caso de lo dirigido a los infantes, dicha oferta se limita –con sus muy honrosas excepciones- a la presentación de espectáculos en los que por lo general se reproducen con imitaciones los contenidos y personajes de programas televisivos como Barney, Lazy Town o Tatiana por citar algunos. Claro, buscando entretenimiento cultural de mayor nivel, afortunadamente todavía hallamos por ejemplo, funciones de títeres como las de Wilberth Herrera y su compañía.
Sin embargo, ha sido muy escasa la producción teatral dirigida a niños y niñas y hacia este nicho poco explorado es que dirige sus esfuerzos, creatividad e ingenio, un grupo de estudiantes recientemente egresado de la licenciatura en Artes Escénicas de la ESAY.
Hace algún tiempo, como parte de su formación teatral, Cinthia Arrébola y sus compañeros asistieron a una muestra de teatro en la que se toparon con una obra de la autoría de Bertha Hiriart que se inscribe en lo que se conoce como “nuevo teatro para niños”, titulada Adiós querido Cuco, texto que además de entretener al receptor infantil, busca dejarle una enseñanza.
En esta propuesta se abordan las siete etapas de duelo por las que ha de pasar cualquier persona cuando sufre una pérdida. Titina, la abuelita de la pequeña Pola, intenta enseñarle cómo decirle adiós a un ser querido que muere.
Sin embargo y a pesar de lo difícil del tema, los recursos escenográficos, musicales, actorales y el texto en sí mismo, dan como resultado una pieza teatral muy amena y divertida que logra mantener la atención de los pequeños de todas las edades durante sus 50 minutos de duración.
Los colores brillantes, la ingeniosa escenografía que con unas sencillas mamparas consigue la ilusión del pasar de las páginas de un cuento ilustrado con trazos sencillos y figuras llamativas, hacen de Adiós querido Cuco un trabajo artístico que merece ser visto por la familia entera.
El boleto de entrada general es accesible, cuesta 30 pesos, lo cual demuestra una vez más que el precio alto no es condición indispensable para disfrutar de un producto de valor artístico. Adiós querido Cuco se presenta todos los domingos de octubre a las 12 del día en la Casa de la Cultura (calle 63 por 64 y 66 del centro de Mérida).
La dirección escénica está a cargo de Cinthia Arrébola y cuenta con las actuaciones de Graciela Ruiz (Titina), Berenice Pérez (Pola) y Gabriel Orozco (Cuco).
