Mérida, Yucatán, a 21 de junio de 2010.- El incremento de la nómina en el gobierno estatal, podría tener un efecto negativo en las finanzas públicas, toda vez que desde hace tres años se rebasa por más de 540 millones de pesos lo presupuestado originalmente contra lo ejercido.

La creación de nuevas dependencias, que en muchos casos duplican las funciones de otras o realizan actividades que podrían asignarse a una secretaría, ha influido en el engrosamiento de la nómina estatal, que para el actual ejercicio se ubica en seis mil 479 millones 67 mil 250 pesos.

El Poder Ejecutivo cuenta con 65 unidades administrativas y cinco empresas paraestatales, que en conjunto mantienen a más de mil 230 funcionarios de primer a tercer nivel, cuyos sueldos fluctúan entre los 111 mil pesos para un secretario o director de una dependencia, y 17 mil pesos para un jefe de departamento.

Oficinas como el Fondo Yucatán, el Instituto Estatal de Combate a la Corrupción (IECCO), el Instituto Promotor de Ferias, el Instituto de Innovación, Calidad y Competitividad (INICC), el Instituto de Becas y Créditos Educativos, el Instituto para el Fomento Artesanal (IFAEY) y la Casa de las Artesanías, entre otros, cuentan con recursos similares a los de una dependencia descentralizada en cuanto a nómina para sus directivos, aunque en realidad forman parte de alguna secretaría y podrían funcionar como jefaturas de área.

Una revisión histórica del presupuesto asignado y ejercido en el último lustro, en lo concerniente al Capítulo 1000, que engloba el recursos dispuesto para nóminas, además de revelar un considerable incremento en ese rubro durante los dos ejercicios anteriores, también indica que la actual administración ejerce más del doble de recurso extraordinario que lo utilizado por el mismo concepto en el gobierno de Patricio Patrón Laviada.

Durante el ejercicio de 2005, la administración presupuestó cuatro mil 618 millones 23 mil 806 pesos para el Capítulo 1000; al cierre, utilizaron cuatro mil 833 millones 912 mil 78 pesos, es decir, requirieron de una ampliación de 215 millones 888 mil 272 pesos.

Situación similar se observó en los dos siguientes años, ya que en 2006 se incrementó el recurso ejercido en 283 millones 376 mil 685 pesos con respecto a lo asignado originalmente; mientras que en 2007, primero de la actual administración, el incremento extraordinario fue del orden de los 260 millones 230 mil 936 pesos.

La evolución del presupuesto para nóminas, muestra una tendencia a la alza hasta 2007 al correspondiente al aumento acumulado de la inflación; sin embargo, a partir de 2008 se refleja un incremento desproporcionado con respecto al presupuesto original y el ejercido.

Es así que para 2008, se presupuestó la cantidad de cinco mil 789 millones 239 mil 578 pesos, y se ejercieron a diciembre de ese año un total de seis mil 323 millones 72 mil 606 pesos, lo que significa que hubo una ampliación presupuestal para ese concepto de 533 millones 833 mil 28 pesos: el doble de los registrado el año inmediato anterior.

La misma tendencia se observa en el ejercicio de 2009, el segundo en el que el actual ejecutivo tuvo injerencia directa en la elaboración de los presupuestos. Así, destaca el hecho de que se erogaron 542 millones 830 mil 888 pesos más de lo programado.

En total, durante 2009 se gastaron seis mil 761 millones 196 mil 945 pesos, ello pese a que en enero de ese año se emitió el Pacto Económico de Yucatán (PEY), en el que se preveía un ajuste a la baja en el presupuesto debido a la situación de crisis económica internacional.

Durante los dos últimos años, la nómina del Poder Ejecutivo se ha incrementado en mil 166 millones 735 mil 92 pesos, sin que se contabilice lo que habrá de ejercerse durante el presente periodo.

La información presentada, se obtuvo a través de los mecanismos de transparencia vigentes, y es la reportada por el propio Ejecutivo.