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Gobiernos de 20 horas y el oficio de ser músico

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Gobiernos de 20 horas y el oficio de ser músico

La Columna Sensorial

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Por Tomás Martín

Quizá cuando lean esto estimados amigas y amigos, la señora Ivonne Ortega Pacheco, ya no será gobernadora de esta entidad. Habrá dicho adiós a su administración, que sin duda dio y dará de que hablar por mucho tiempo más, ahora sí que para bien y para mal.

Sin duda se termina un gobierno que tuvo sus buenas dosis de polémica y que ha dividido a unos y a otros, entre si fue un bueno o mal gobierno. Yo prefiero dejar ese juicio ahora sí que a la historia como dicen los enamorados del patriotismo nopalero.

Pero bueno, como lo dije hace unas semanas en mi videocoluma de Youtube, yo soy uno de los que deben agradecer el apoyo recibido por el gobierno de Ivonne, pues en mi pueblo los perros son agradecidos y si no eres agradecido, pues ni a perro llegas.

Como profesional de los medios de comunicación, recibí de la administración que se va un poco de publicidad en el medio que dirijo, que si bien no es para nada comparable con lo que se le pagó a las grandes cadenas televisoras del país y a los medios que solo hablan bien del Gobierno en turno, si fue un apoyo significativo, tomando en cuenta que durante el gobierno de Patricio Patrón Laviada, nunca recibimos un solo peso de publicidad.

Además, nunca me pidieron que por ese apoyo tuviera que publicar un día sí y otro también que el Gobierno de Ortega era una maravilla y que todo lo que hacía era grandioso, se respetó siempre nuestra postura crítica, pero con sentido, no esa crítica mercenaria y chantajista a la que muchos medios de comunicación recurren para sacarle dinero al gobierno en turno o cobrar por pegarle al bando contrario.

Por esa razón debo dar las gracias sinceras, pero también como lo he dicho muchas veces, soy de los que esperaban mucho más de la política dzemuleña.

Por meses solicité una entrevista exclusiva con la señora, pues tengo la intención de escribir algo sobre la vida del exgobernador Víctor Cervera Pacheco y lo que me tocó caminar y vivir con él durante mi época de reportero de la fuente de Palacio de Gobierno, y me habría gustado saber qué opinaba de él, cómo influyó en su vida política, cómo comparaba su administración con la de su tío.

La exclusiva, pues nunca llegó, y aunque sé que como profesional de la comunicación no debería de rendirme e insistir en tener esa entrevista, debo asumir por ahora ese dicho de que “al buen entendedor, pues ahora sí que cero entrevistas exclusivas”.

Así que aproveché la famosa “Twittcam”, que hizo la gobernadora hace unas semanas para preguntarle que opinión le merecía los que terminarán por comparar a su gobierno con el de Cervera Pacheco.

La respuesta, como suele suceder en ese tipo de espacios, pues fue muy corta solo dijo “pues nuestro gobierno como el de don Víctor, fue un gobierno de 20 horas diarias. Yo siempre me duermo a la 1.30 a.m. o a las dos de la mañana y a las seis de la mañana ya tengo que levantarme para ver los pendientes que se tienen”.

Pues bueno tendré que tomar esa respuesta y asumir que la mejor forma de comparar ambos gobiernos, de los cuales me tocó ser testigo, es que tanto don Víctor como la señora Ivonne, trabajaron más de 20 horas al día.

Sin embargo, pues ahí está el detalle, tendríamos que preguntarnos entonces si las 20 horas que ambos trabajaban al día, generaron los mismos resultados.

Y pues ahora sí que de los dejó de tarea amigas y amigos, pero si algo debo decir es que por ejemplo hay cosas que don Víctor jamás se habría permitido como gobernante.

Un ejemplo simple es el Gran Museo del Mundo Maya, y ya no nos metamos con lo que costó y la forma en la que habrá de  operar, al final esa obra se convirtió en una de las más emblemáticas de la administración de Ortega Pacheco, sino es que terminó siendo de algún modo la más importante.

Según el contrato, esa obra debería estar terminada al 100 por ciento desde junio pasado y pues sencillamente no pasó así.

¿Y pues ustedes creen que don Víctor se hubiera permitido inaugurar una obra sin terminar, porque se le acabó el tiempo a su gobierno?

Creo que todos sabemos la respuesta y creo que ahí es donde estaría la verdadera diferencia y comparación entre dos gobiernos de 20 horas.

Yo no sé que pasó, seguro hubo motivos que obligaron a postergar el final de esa y otras obras, pero sí sé qué es lo que habría pasado bajo otras circunstancias.

Pero bueno, insisto que en lo que diga o escriba de poco o nada servirá ante el verdadero juicio que habrá de enfrentar todo gobernante, ese famoso juicio de la historia, esa que tiene una memoria muy corta y que suele olvidar con facilidad los logros y recordar casi permanentemente los errores y/o viceversa.

El oficio de ser músico…

Y ya dejando a un lado la grilla, quiero comentar que veo con mucha preocupación como el oficio de ser músico se empieza a convertir en una actividad en auténtico peligro de extinción en estas tierras del Mayab.

Cuando niño, viví una buena temporada en el barrio de Santiago, y cerca de mi casa vivía “don Juanito”, un reconocido clarinetista que solía formar parte de las pláticas de la calle, por su maravillosa forma de ejecutar su instrumento y su gran afición a las bebidas espirituosas.

Y cuando todos preguntaban a que se dedicaba don Juanito, pues la respuesta era simple, “es músico”.

Y así vivió toda su vida, como músico, nunca se le conoció otro oficio más que tocar y dar clases de música.

Y pues hoy en día intentar vivir solo en esta ciudad de tocar y dar clases de música es algo casi suicida.

Salvo contados casos, la mayoría de quienes se dedican a la música se han visto obligados a buscar otros trabajos o alternativas para poder sobrevivir, pocos muy pocos pueden decir que viven exclusivamente de la música.

Eso sin duda no es algo que me cause gracia ni regocijo, pues de hecho yo fui uno de los que decidieron renunciar a la posibilidad de hacer carrera como músico, al corroborar que por lo menos en mi caso, las posibilidades de alcanzar una remuneración económica digna, eran similares a las de sacarse la lotería dos veces en la misma semana o de poder casarme con tres mujeres, sin que nadie se queje de que soy un polígamo.

De tal modo, que el decidir ser músico hoy en día, es aceptar que de poco servirán las horas de estudio, el invertir en los mejores instrumentos posibles, tu profesión es en esta ciudad será una profesión marginal y tus mejores aspiraciones salariales no deben de estar arriba de los seis mil pesos mensuales con lo que según el ex secretario de Hacienda y hoy flamante senador, Ernesto Cordero, miles de mexicanos pagan luz, la despensa, el agua, la renta, las colegiaturas y hasta la mensualidad del carro.

Al final, lo más probable es que no te quede otra opción más que buscarte una chamba adicional que te permita complementar lo que jamás ganarás si solo decides ser músico, lo que ya de entrada complica y mucho, el ejercicio de este noble oficio, cada día más relegado, subestimado y caimaneado.

En fin, ojalá algún día las cosas cambien y tengamos más “don Juanitos”, esos que vivan y mueran como músicos de tiempo completo, que llenen de música y alegría las vidas de otros, hasta el último acorde, ese que suele seguir sonando, aún cuando la luz se extingue. Comentarios, críticas, donativos a tommyuv@hotmail.com. Sígueme también en Twitter @TribunaYucatán

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