Por Alejandro Pulido Cayón
Vivimos una era dominada por la imaginería, era en la que iconos, símbolos, signos y sellos son determinantes en la penetración de los discursos. Existe un lenguaje no verbal que refuerza o empobrece al verbo. En este contexto, Fran Carrillo nos ofrece sus conocimientos y experiencias como asesor empresarial y político en el libro «Tus gestos te delatan», publicado este mismo año por la editorial española Espasa.
Estos tiempos en que nos corresponde ser y estar en el mundo, también se caracterizan por la circulación torrencial de toda clase de informaciones y datos, insumos de la comunicación humana que se tornan sumamente volátiles y pocas veces permanecen y calan en la colectividad social. Es tanta y tanta la información disponible para consumo, que cada vez escuchamos menos y olvidamos más.
Estamos sumidos en un laberinto de múltiples discursos que se entremezclan, yuxtaponen, fusionan y reciclan y, con el paso de algunos días, pierden identidad. A partir de ello, Fran Carrillo construye su obra con base en una verdad dura de aceptar: todos mentimos. «La corrupción del discurso empieza por el mensaje y acaba por el gesto», sostiene. Así, en el segundo capítulo nos ofrece una serie de reflexiones y nos ilustra, fundamentado en estudios serios, sobre la naturaleza de la comunicación no verbal que opera como palanca o delata una mentira.
Porque si bien hasta las entrevistas de trabajo son «una conversación entre dos mentirosos», en el libro se matizan las situaciones y nos orienta cómo gestionar y coordinar nuestras palabras con nuestros gestos. Y con ello salir airosos e ir dominando día a día el complejo arte de las comunicaciones interpersonales, que, a final de cuentas, desembocan en la presencia mediática y el branding personal.
Otra gran verdad, que sirve como punto de fuga para comprender por qué tus gestos te delatan, es el hecho que ante el imperio de la «guapura» los comunicadores de excelencia -no siempre los más agraciados físicamente- logran dotar a su mensaje de una «personalidad y carisma tan efervescentes, enérgicos y refrescantes que acaban imponiéndose en cualquier conversación». De manera asertiva, El autor expone una serie de ejemplos de figuras públicas que se desenvuelven bajo esas premisas, como el futbolista brasileño Ronaldinho o el actor estadounidense Steve Buscemi.
He ahí un acierto más: estudia y analiza los gestos de líderes de opinión, políticos, estrellas de la farándula y el deporte, para ilustrarnos sobre la interacción entre la verbalización y el gesticulación que acompaña al discurso. Personajes tan disímiles como Adolfo Hitler, Zoey Deschannel, Arnold Schwarzenegger, Bill Clinton o Pablo Moto, entre tantos otros, sirven de referente inmediato para los lectores del siglo XXI, que estamos forjados a punta de imágenes televisivas.
«Tus gestos te delatan. Las claves para ser un buen comunicador», resulta una obra que dista años luz de ser para la autoayuda, es, en realidad, un libro de superación profesional que, sin lugar a dudas, contribuye a la formación de liderazgos que se reconozcan honestos, porque en sus páginas Fran Carrillo nos habla con total veracidad sobre la comunicación humana.
