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Sí existen los milagros, es tiempo de pedirlos

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Sí existen los milagros, es tiempo de pedirlos

Por José Luis Preciado

Qué linda está la mañana…

Hoy es el día de la virgen de la Guadalupe y millones de mexicanos le ponen flores, portan mantas, banderas, grandes imágenes, otros más se flagelan buscando el perdón, los más alegres le cantan las mañanitas y le encomiendan su futuro. Se dice que este país busca más a dios y otras divinidades en la medida en que los tiempos se tornan aciagos.

guadalupanaA ella (Guadalupe), le encargan su salud, la economía, a los desamparados, a los inmigrantes, a los desempleados, a los incapaces de valerse por sí mismos, a los gobernantes incapaces de dar respuestas ante la situación actual, incluso rezan para que Trump no sea tan mala madre como dicen que es. México reza por sus compatriotas que viven en la Estados Unidos, desde allí se envían más de 23 mil millones de dólares en remesas, mucho más que en exportación por petróleo.

Siempre nos agarran hincados

Somos un país que reza mucho, pero los milagros no llegan, se escabullen entre la avaricia de la Iglesia y la élite del poder que nunca mira al pueblo, decía Houllebecq, “las elites odian al pueblo y los intelectuales ya abandonaron la izquierda y ésta se halla en estado de pánico, arrinconada”. Es decir, el panorama impredecible es de orden mundial, pero ni eso nos consuela, por ello se busca un refugio divino al porvenir y la llamada era del desacierto, el orden liberal se pierde ante la ola del populismo que ha vuelto buscando dar respuestas, allí donde la democracia no ha podido o no ha querido.
Un León de circo emancipado

Vivimos la disrupcíón absoluta, allí donde los grandes medios de comunicación están heridos de muerte por la audiencia que se les puso al brinco, el experimento comercial encarnado por Trump se les ha rebelado, hoy ya lo sabemos; no existe Trump, es sólo un personaje, pero ya cobró vida, ya tiene poder, mucho poder y se mueve lentamente hacia el botón rojo del pánico y amenaza apretarlo.

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