Diapositiva anterior
Diapositiva siguiente

¿Por quién repican la campanas?

Diapositiva anterior
Diapositiva siguiente

¿Por quién repican la campanas?

El árbitro

Por José Luis Preciado

El maquinista
Carlos Sobrino Argaez, ya hecho a andar la maquinaria del PRI que estaba apagada desde hace varios años bajo la batuta de un mal maquinista, Carlos Pavón; Sobrino lubricó las piezas, cargó combustible y encendió el viejo y cansado motor con ochenta y ocho años de uso y así jadeando, tosiendo y rezongando, comenzó a cobrar vida y uso.

En-unidad-no-nos-gana-nadie-Carlos-Sobrino-ArgáezLa misma cochera de esa máquina, (casa del pueblo), no verá más acción, se convierte en un salón de usos eventuales, en su discurso el Presidente Sobrino Argaez ha dicho que se irá a recorrer todo el estado, irá a tocar puertas, convocar liderazgos, convencer a los escépticos de que este PRI si tiene madera de partido en pie de guerra; tendrá que hacer una ardua labor, no se ha hecho ningún trabajo serio para poder mantener unida a la tropa, amén de que la fama del partido en tiempos de Peña Nieto esta por los suelos, Peña ha dicho que se gastará su capital político en aras de sacar adelante su programa de gobierno y reformas, sólo que Peña ya no tiene capital, hoy se esta comiendo el escaso que tiene el PRI que muy poco ha hecho por atrapar a los ex gobernadores sátrapas y rateros que se llevaron la quinta y los mangos, Duarte sigue en paradero desconocido y ahora suena fuerte la corrupción en el Estado de México con la gente de Erubiel Ávila.

Máxima precaución ante la idea de que Rolando, es el gran elector.

Nunca faltan los tiernos del PRI que piensan que Rolando Zapata y su fama de mejor gobernador puede ganar la elección, craso error, su consideramos que el prestigio es del gobernador y no de su delfín o de quien el partido elija, el candidato tendrá que hacer una gran labor de conjunto para sacar adelante la elección.
Rolando Zapata, puede ser uno de los mejores gobernadores del país, pero Rolando ya no juega, ya no se postula a cargo público, por lo tanto, su fama o prestigio no se puede heredar, ni a Víctor Caballero, ni a Mauricio Sahui, Liborio Vidal, Pablo Gamboa, Jorge Carlos Ramírez o Felipe Cervera, incluso Roberto Rodríguez Asaf, tendrán que hacer una gran campaña, aunque vayan apadrinados Zapata Bello, cada uno tiene que desmarcarse y hacer su propia lucha, aquí el papel que le toca a Carlos Sorbrino es ser un buen árbitro, aplanar el piso y ofrecerle a todos el mismo trato, el actual presidente del PRI sabe muy bien que la próxima elección no se podrá ganar si uno de estos aspirantes van juntos, al igual que sus promotores, no se suman a la contienda con ánimo generoso, incluso se sabe muy bien que los panistas con todo y sus líos, moches, patadas bajo la mesa y ambiciones tienen ponentes que desequilibran al PRI tanto en Mérida como interior del estado, allí están no sólo Mauricio Vila, la estrella pop de la política azul, Joaquín Díaz Mena, un todo terreno de la costa e interior del estado, Renán Barrera que si libra lo de las lámparas tiene capital, Daniel Ávila y algunos más.

Sobrino fue bien recibido por la militancia y los aspirantes a cargos públicos, ha sido operador político de muchas de esas victorias, incluyendo la de Rolando, le confían al partido por que saben que puede con el paquete y además Sobrino no será jugador, así que un voto de confianza a la actual directiva, al mismo tiempo que le exigen que no descuide Mérida, creyendo que es totalmente azul y la dejan para el último.

Facebook
Twitter
LinkedIn