Por José Luis Preciado

En los libros esta el relato del ser humano y todas sus complejidades, allí se puede entender que nuestra condición de mortales es repetir la rueda de los tiempos y en esas vueltas quedar de nuevo aplastados.

En México tenemos esa tendencia, como decía Hamlet, «el hombre griego es un ser en crisis».
Desde tiempos de Platón, ya aguijoneaba con sus preguntas.

Estoy leyendo al escritor francés Adré Glucksmann, en su libro «Los dos caminos de la filosofía», Sócrates y Heidegger: ideas para un mundo trágico, en citas del autor galo, uno puede entender que la filosofía es condición de mortales, no de los dioses, los dioses quizás sean sabios, pero nunca filósofos, de allí que nos mostraba a un Platón que nunca salía de la pregunta, la prolongaba, vivía en ella sin pánico ni ilusión. Ese era su hallazgo para resistir a la peste de esa época griega.

El libro de Glucksmann, cuenta que Sócrates decía que la crisis no esta en el tiempo, es el propio tiempo y que los bienintencionados tranquilizan a los parroquianos murmurando «la crisis esta detrás de nosotros», el filósofo griego extiende sus razones sobre como la humanidad, salta de una crisis a otra. Esta en su permanencia. Así navega la humanidad, así trabaja el pensamiento.

El «efecto Casandra»

Casandra, una de las hijas del Rey de Troya, Príamo, podía predecir el futuro, pero nadie la creía. Y así como los troyanos hicieron caso omiso a sus malos augurios, lo mismo han hecho los políticos mexicanos ante la crisis que viene en camino y que ya se presenta en forma de bolsillo roto en estas compras previas a la Navidad, allí están los comerciantes para que lo avalen, no esta timbrado la caja, muchos visitantes a las plazas comerciales, pero no llegan las grandes ventas. El efecto de Trump, -toma posesión como presidentes de los EU. el 20 de enero del 2017-, ha dañado la confianza de los que sí tienen recursos, frena su ánimo inversionista, los ha hecho guardar sus pesos para mejores tiempos y eso tarde que temprano va a repercutir en el empleo.

Carlos Slim, -es Casandra-, ha vendido diciendo, desde hace treinta años, México se olvidó de la economía interna y es necesario que regrese a fortalecerla. Consideró que la victoria de Donald Trump puede ser una gran oportunidad para el país y en específico para la economía interna, que debe trabajar y concentrarse en eso de manera urgente. Criticó que el Gobierno haya volcado la economía hacia Estados Unidos, provocando que la dependencia sea altísima.

Y parió la abuela…
Por si fuera poco, se nos fue Agustín Carstens un factor de estabilidad y certeza en el Banco de México, -se va a cumplir el sueño de su vida; ser funcionario bancario de mucha talla mundial-, dejará el cargo los primeros días de julio del 2017, y mientras tanto promete cuidar los intereses de los mexicanos que ya no tienen interés que cuidar en este gobierno de Peña Nieto.

En el libro de Glucksmann, las visiones de Sócrates y Heidegger: dos maneras contrarias de entender y practicar la filosofía, aunque ambas radicales y equivalentes a la hora de exigir desprenderse de los prejuicios y encarar la verdad. Sócrates, vivir de acuerdo a la naturaleza de la justicia, poniendo de manifiesto la podredumbre de la vida publica y Heidegger, hace de la justicia ante la muerte la clave de una existencia auténtica, denuncia el predominio deshumanizador de la técnica y nos obliga a repensar la relación entera la filosofía y el mal.

No cabe duda, Casandra lo viene anunciando, la rueda ha vuelto a girar buscado aplastar aquello que esta más abajo, a la altura del sur de los Estados Unidos. No se trata de una bola de cristal, esta en los libros y Slim sólo traduce la parte económica.