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La calle de los fantasmas

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La calle de los fantasmas

Carta de Bernard Shaw a Sir Winston Churchill
Estimado señor Churchill:
Le adjunto dos entradas para mi nueva obra de teatro, que se inaugura el jueves por la noche. Le ruego venga y traiga a un amigo, si tiene uno.

Estimado señor Shaw:
Lo lamento, pero tengo un compromiso previo y no podré concurrir a la inauguración. Sin embargo, iré a la segunda función, si es que hay una.

Lo anterior representa un reconocimiento negativo, que históricamente mantuvieron estos dos grandes personajes.

nerio torres¿Por qué no sabemos reconocer?

En la etiqueta de caducidad de los políticos o funcionarios públicos, debería estar la frase: el tiempo es finito y lo haré bien mientras dure, una vez que acabe lo dejare ir, porque nunca fue mío», sería lo más normal entregar estafetas y salir por la puerta de enfrente, pero no, nos gusta patalear, agarrarnos con las uñas al cargo. Según expertos, la falta de reconocimiento, obedece a las dificultades de la inclusión, de igual forma a las expectativas planteadas, tan altas que luego no se cumplen.

Nerio Torres, debió salir con toda naturalidad a decir que había una ventaja para el de enfrente y que una vez declarada mayoría le daría la mano y listo. ¿Acaso no sabía que estaba en medio de una contienda donde podía perder?

nerio-torre-perro-negroMostrar esa imagen; todo de negro, -incluyendo al perro-, abatido, infinitamente triste y muy abandonado, sólo demuestra una cosa; estaba seguro de ganar, le hicieron creer que ganaría, y no dudo que a muchos políticos les esté pasando; le hacen mucho caso a los asesores y no oyen a la calle, a la gente. Es tan sencillo, caminar e ir oyendo los comentarios que se dicen a tus espaldas, es tan simple saber sí eres del agrado de los demás, saber si tus medidas son populares, si tus proyectos impactan, pero hacen todo lo contrario: contratan encuestas -siempre te dicen lo que quieres oír, el que la paga, manda -se rodean de «expertos» que no son otra cosa, que esos tipos que han fracasado en todo lo demás y se convierten en asesores profesionales que le dicen al político, hasta como debe vestir y sacan sus conclusiones en un «cuarto de guerra», patraña inventada que no es otra cosa que darle la espalda al pueblo, cuya opinión no vale para gran cosa.

Si Ud. Revisa la lista de los ganadores, buena parte lo hizo con una campaña a la antigua, caminar, mirar a los ojos, constatar el grado de abandono de la gente y sentir en carne propia, -aunque sea se paso- aquello que los demás padecen. A la gente le gusta mirar a la demás gente, le emociona ser visible, sentirse útil, por ello tampoco aprueba, -aunque las necesita- las dádivas que les suelen regalar.

Ser visible, ante los demás. Esa es la palabra que deben acuñar todos aquellos que ganaron o perdieron, pero que prometieron volver con respuestas.

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