Por José Luis Preciado

Iguala no es igual a todos, responde el alcalde de Mérida, Renán Barrera Concha, ante el anuncio del Presidente Peña sobre la desaparición de la policías municipales y es que en otras entidades, las policías municipales de Mexico, han sido el factor debilidad y penetración del narco. La policía de Mérida resucito hace catorce años de la mano de Ana Rosa Payán.
Barrera insiste en que la labor de la policía local coadyuva con la del estado y significa una fuerza a modo para el alcalde en turno en materia de usos variados, desalojos, vigilancia de las instalaciones y otras expresiones.

La debilidad de los municipios no sólo es de seguridad, hay muchos otros factores de alto riesgo, el uso del poder en los municipios es desmesurado, los alcaldes se convierten en dictadores municipales, colocan a sus familias en la nómina, usas los recursos con total desparpajo, dejan millonarias deudas, se vuelven ricos de la noche a la mañana y aceptan sobornos como sí nadie los vigilara, aquí tienen mucha culpa los partidos políticos que sólo buscan rentabilidad a la hora de volverlos candidatos, nunca revisan sus antecedentes, por sí fuera poco en este país estamos eligiendo a muchos jóvenes como autoridad municipal, les damos todo el poder, cuando muchos de ellos apenas ayer iban a la universidad, su papa les pagaba colegiatura, transporte y les daba la gastada y de pronto zas, se convierten en alcaldes y se van de cero a 50 mil pesos de sueldo y claro se vuelven locos, otra figura honraría era el regidor, hombres y mujeres del pueblo salían de su trabajo y se iban al cabildo, sin mayores ingresos que su modestia, esa figura se acabó y dio a paso a las tribus y grupúsculos que se apoderaron del sistema. Hay más de fondo en la debacle municipal de México que la seguridad publica y sus policías y de eso no hablo el presidente Peña.