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El himno del terror

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El himno del terror

«Amigos, no recen por París, no necesitamos más religión»: monero de Charlie Hebdo.
«El sonido de campanas lejanas que suenan a muertes nuevas…de misereres a de profundis, proseguía, horas tras hora, la siniestra antífona de los sochantres». Alejo Carpentier, el Reino de Este Mundo.

Es muy arriesgado opinar acerca de la maldad de este mundo, resulta confuso el reparto de culpas contra el Islam, millones de seres que abrazan esta predica invocatoria, también sienten un terrible dolor por los hechos de París, por los acontecimientos del Líbano, por el rumbo que toma la humanidad; rumbo que resulta confuso, incierto y sobre todo muy frágil.

parisSale el fuego de la boca de los fusiles, brilla el filo de los cuchillos y la religión como bandera para los que se estallan en zonas públicas y se llevan consigo a decenas o cientos de personas; y como premio, la promesa de un reino que no es de este mundo.

México mira conmovido y desde lejos esta hilera de dolientes parisinos, aquí estamos padeciendo una sangría cotidiana, una interminable matazón, por la que en otras partes del mundo nos llaman bárbaros.

París, distrito diez, sala de conciertos, Le Bataclan, en la rivera derecha del Sena, en la que la banda estadounidense Eagles of Death Metal se encontraba presentando su cuarto álbum, -estos músicos de Palm Desert, California, salieron ilesos, huyeron por la puerta trasera del sitio-, los fans no tuvieron tiempo de reaccionar ante la furia de la metralla, y otra vez la sorpresa del mundo: ¿supiste lo de París?…de París, si supimos todos, del Líbano supieron muy pocos, pero allí también decenas de muertos por atentados suicidas, igualmente movidos por el fanatismo. Decíamos al principio del comentario que nadie esta capacitado para entender la maldad, es cierto que hay mentes muy brillantes que buscan los motivos de ISIS: ¿existen motivos?…creo que existen consecuencias que buscan confundir los motivos, muchas veces entender o suponer lo que vendrá, arroja más luz que buscar en el Corán: vendrán tiempos más duros para toda Europa, es claro que no hay buenos amigos de esta comunidad económica, hacer enojar a Francia supone poner furiosa a toda la zona; desde Inglaterra, hasta los Estados Unidos, todos ellos socios en la intervención armada en zonas lejanas de Siria, Afganistán e Irak, por citar algunos países. Es claro el mensaje: ¿qué no nos bastó Charlie Hebdó para reaccionar?… Los mercados del petróleo van a disparar sus precios, los cañones enfilan sus puntas a esa afligida zona, buscando el ojo por ojo.

Comenzó la respuesta de Francia: el portaaviones Charles de Gaulle se une a la lucha contra el Estado Islámico, cierra fronteras, activa códigos de máxima alerta, revisarán hasta con lupa a todos los sospechosos, levantarán burkas, buscando al perpetrador, todas las maletas y cargas a revisión, protocolos de entradas y salidas tendrán otra rutina, otros sabuesos, todo ello al mas puro estilo de los Estados Unidos, donde literalmente ten encueran y si no te gusta no vengas, -eso te dice los gringos-, Francia de libertades y fraternidades, Francia del arte y del estilo de vida…Francia de las campanas que tiñen a muerte..la Francia perpleja y muda ante la sinrazón. Francia se ha puesto muy enojada, ojalá que sea contra el enemigo correcto, que no es el islam, si no el estado islámico y que la gente no la emprenda contra los inmigrantes que huyen exactamente del mismo terror.

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