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Del Paso a los booktubers

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Del Paso a los booktubers

Fueron nueve días de jornadas intensas. Hubo muy pocos momentos en los que la marejada humana se detuvo. Miles de personas recorrieron los pasillos del Salón Chichén Itzá del Centro de Convenciones Yucatán Siglo XXI, todas atraídas por un sólo interés: La lectura. Los organizadores contabilizaron 151 mil 300 almas en la cuarta edición de la FILEY. Ese simple dato, ese frío número, resulta esperanzador.

Por Alejandro Pulido Cayón

Son dos los momentos que más impactaron del evento: el discurso de Fernando del Paso al aceptar el Premio Excelencia en las Letras «José Emilio Pacheco», y la presentación que tuvieron los booktubers junto a Benito Taibo. Ambos revelaron la esencia de la Feria Internacional de la Lectura Yucatán (FILEY). En ellos se reflejó nítidamente la importancia de ser y formar lectores.
A viva voz, el autor de Noticias del Imperio demostró el poder avasallador de la palabra. El texto, construido como misiva a su amigo José Emilio, estremeció a los presentes y tuvo resonancia mundial con su publicación íntegra en el periódico español El País. Aunque limitado físicamente luego de los eventos vasculares que padeció, Del Paso refrendó su estatura de gigante en la literatura.
«¿A qué horas, cuándo, permitimos que México se corrompiera hasta los huesos? ¿A qué hora nuestro país se deshizo en nuestras manos para ser víctima del crimen organizado, el narcotráfico y la violencia?», cuestionó implacable.
Y es que si algo caracteriza a la FILEY, es la pluralidad e inclusión. En esta edición, eso fue más que evidente, de tal manera que un mensaje como el que pronunció Fernando del Paso tuvo una extraordinaria recepción, pese a los políticos -o gracias a ellos- que debieron quedarse calladitos escuchándolo.
Por otra parte, Benito Taibo junto con los booktubers Raiza Ravelles y Alberto Villarreal se echaron a la bolsa a centenares de jóvenes. En sus distintas presentaciones, lograron prenderles el ánimo por la lectura. Y lo más interesante de todo, es que la mayoría del auditorio, o quizá la totalidad, era de nativos digitales. Hicieron que se zambulleran en un mar de letras, que sintieran en sus manos el papel entintado.
Prueba del éxito conseguido fue la maratón de firmas que se aventaron al concluir sus presentaciones. Tan sólo Benito dedicó más de 400 de sus libros, principalmente Persona Normal y Desde mi muro. En tanto que los booktubers realizaron casi la misma proeza con otros 300 chavos, quienes les llevaron ejemplares de las obras que han recomendado desde sus canales de YouTube.
Entre los periodistas especializados en la fuente cultural, se debate el fenómeno de los booktubers. La crítica radica en la forma que manejan sus contenidos y los libros que recomiendan, así como los criterios «literarios» que utilizan, o la total falta de ellos. En ese sentido, pienso que la alianza establecida entre el autor de Querido Escorpión y los ciber-promotores dará resultados positivos a favor de la «democrática República de las Letras», como lo expresa Taibo.
Cuando le pregunté a Raiza sobre escritores clásicos de ciencia ficción, género de su preferencia, ella no tuvo ningún problema con aceptar que desconocía el trabajo de personajes como Phillip K. Dick, Ray Bradbury o Aldous Huxley, e inmediatamente agregó que los incluiría en su lista de lecturas. Imagínense lo que lograrán con el tiempo y el consejo oportuno y pertinente de un literato como Benito Taibo. Esto apenas empieza.
Lo reitero: todo esto resulta esperanzador para la cultura, y por ende para sortear el terrible momento que atravesamos los mexicanos.

En Twitter: @alexpulidocayon

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