Por José Luis Preciado

Visitar Alacranes se ha convertido en la moda VIP de un sector privilegiado de Yucatán, ¿ya fuiste a los Alacranes?, conversan en esos niveles. Manos a la obra, carga combustible y dile al capitán del yate que nos lleve a las míticas islas; Arrecife Alacranes es un conjunto de pequeñas islas de origen coralino localizadas en el Golfo de México a una distancia aproximada de 130 km de la costa de Progreso.

Los problemas inician cuando uno se da cuenta de la distancia, no es lo mismo 130 kilómetros en carretera a Campeche, que navegar rumbo a los Alacranes, en medio de ese embravecido mar del Golfo de México, litros de combustible, de aceite derramado, de vomitadas por el mareo y otras cosas propias de la gente de tierra firme y allí después de unas horas esta el dorado, Alacranes, aquello ya se convirtió en una marina, donde las gentes se reconocen entre sí. La falta de pericia de los capitanes de embarcaciones o la borrachera del patrón que quiere maniobrar su yate, el desconocimiento de la zona y sus bajos, arrecifes coralinos formados por siglos de paciencia marina son víctimas de esa pretensión. Allí están las consecuencias, Alacranes se esta convirtiendo en un cementerio de yates, el más reciente es «el Ixchel» propiedad de un familia estadounidense que no conocía la zona y atoró su barquito allí entre arrecifes, las autoridades ambientales; Semarnat y su policía la Profepa, toman nota, -sólo eso hacen-, tomar y tomar nota, -ya están borrachos de tomar nota-, despachan multas y ya no se sabe que ocurre con los cobros.

Hay otro mal, que amenaza Alacranes, el turismo masivo, hay grupos que sacan viajes a esta zona, cobran entre 4 y 5 mil pesos por persona y les dan hasta caña para pescar y bolsa de mareo, allí van grupos listos para divertirse.

Alacranes es zona protegida, corales, bellezas naturales, peces, aves y ahora depredación. Última llamada.