Diapositiva anterior
Diapositiva siguiente

Brevísima historia del teatro José Peón Contreras

Diapositiva anterior
Diapositiva siguiente

Brevísima historia del teatro José Peón Contreras

Hace algunas semanas le dieron una “mano de gato” a nuestra catedral del arte y cultura en Yucatán, y me refiero al teatro José Peón Contreras, ubicado en la calle 60 con 57.

Es una vergüenza que este emblemático sitio esté en un estado tan cuestionable, sobre todo porque pasó a manos del estado cuando fue expropiado precisamente por esa misma razón.

En su pasado colonial, el espacio donde se asienta fue donado por uno de los fundadores de Mérida junto con el resto de la manzana, más $20,000 con la intensión que fuera instaurado un colegio de primera y segunda enseñanza. En 1618 los jesuitas fundan el colegio de San Javier, que fue convertido en Universidad, hasta que en 1767 fueron expulsados los religiosos.

Fotografía: Fototeca Pedro Guerra
Fotografía: Fototeca Pedro Guerra

A principios del siglo XIX se fraccionó el terreno y se abrió el callejón del congreso, y en el sitio se fundó el primer teatro llamado San Carlos, destruido por un incendio. De acuerdo a Gonzalo Cámara Zavala, curiosamentecuando ocurrió el siniestro se estaba representando una obra teatral en la que había una tremenda tempestad con muchos relámpagos, y cuando se simuló un rayo con la finalidad de quemar que una casa de utilería, el fuego se transmitió a las decoraciones y bastidores, y de allá a las demás partes del teatroconvirtiéndose en un fuego infernal que acabó con la construcción. Fue reedificado en 1831, y en 1878 se cambió el nombre por el de José Peón Contreras, en honor del famoso yucateco quien además de dramaturgo, poeta, novelista y político, fue un destacado médico especialista en enfermedades mentales. Definitivamente, esas fueron otras épocas, ya que por aquellos ayeres existían políticos triunfadores y no arribistas como casi todos los de ahora, y que mejor ejemplo que este.

Pero no alejándonos del tema que nos ocupa, en aquel entonces, se consideró que el teatro ya era una vieja y obsoleta edificación, por lo que fue derribada, y construido el actual edificio bajo la supervisión de arquitectos italianos, inaugurándose1908. Transcurrido el tiempo, y luego de funcionar en su puerta incluso una gasolinera y convertirse en cine, entró en una destacada decadencia hasta que por fortuna fue declarado en 1977 edificio artístico y finalmente en épocas del entonces gobernador Luna Kan fue controversialmente expropiado a la familia Barbachano, quienes por cierto nunca cobraron los pesos – por no decir centavos si consideramos su valor real de este monumental edificio- que les quisieron pagar.

Por Sergio Grosjean
en twitter @sergiogrosjean

Facebook
Twitter
LinkedIn