Decenas de personas salieron volando al techo de un avión por una inesperada e intensa turbulencia sobre el océano Pacífico.
Un vuelo de Air Canada que se dirigía ayer jueves a Australia tuvo que hacer un aterrizaje de emergencia en Honolulu después que 37 personas resultaran heridas, nueve de gravedad, durante una repentina pérdida de altura que lanzó a las personas a los compartimentos de maletas y pasillos del avión.
El vuelo, que iba de Vancouver a Sydney, pasó por “turbulencia no pronosticada y repentina” unas dos horas después de haber pasado Hawai, de modo que el avión fue desviado a Honolulu, señaló en un comunicado Angela Mash, vocera de Air Canada.
“El avión simplemente cayó”, dijo Stephanie Beam.
“Cuando sufrimos la turbulencia me desperté y volteé para asegurar que mis hijos estuvieran abrochados. A continuación vi que literalmente había cuerpos en el techo del avión”.
En total 37 pasajeros resultaron heridos
Una mujer detrás de ella golpeó el techo con tanta fuerza que rompió el compartimento de la máscara de oxígeno, añadió Stephanie, originaria de Colorado Spring, Colorado.
De los 37 pasajeros y tripulantes heridos, nueve sufrieron heridas serias, confirmaron los rescatadores, y 30 personas fueron llevadas al hospital.
Niños y ancianos, entre los lesionados
El director de Servicios Médicos de Emergencia en Honolulu, Dean Nakano, indicó que entre los lesionados había desde niños hasta ancianos.
Agentes aduanales y rescatadores se reunieron con los pasajeros del avión en la puerta de desembarque del aeropuerto de Honolulu para asegurar que recibieran atención médica lo antes posible.
La turbulencia sucedió a 10,973 metros de altura a unos 966 kilómetros (600 millas) al suroeste de Honolulu, precisó Ian Gregor, vocero de la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos.
Alimentación y hospedaje a pasajeros varados
En el avión Boeing 777-200 iban 269 pasajeros y 15 tripulantes, indicó Peter Fitzpatrick, vocero de Air Canada.
Air Canada proporcionaba alimentos y hospedaje para los pasajeros en Honolulu, además de opciones para continuar con el viaje.
“Si vamos a estar varados en alguna parte se me ocurren lugares peores”, dijo Stephanie Beam, quien viajaba con sus hijos de 10 y 11 años.
