De algodón o lino, elaboradas con amor, cada puntada de bordado es filigrana multicolor que evoca tradición, elegancia; distinguida como pocas, lo mismo la han vestido políticos y artistas que personajes diversos del mundo empresarial, la literatura y el espectáculo, la guayabera es un símbolo de Yucatán y Tekit es la “capital de la guayabera”.
No es de extrañar entonces que el circuito turístico “Legado del Mayab” tenga en esta ciudad, a 66 kilómetros al sureste de Mérida, su punto de inicio a la aventura de un proyecto que más que un paseo turístico, es un reencuentro con las raíces culturales y el entorno natural del Mayab, el de ayer, el de hoy, el de siempre; el cambiante y a la vez el mismo, místico y hospitalario.
Diseñado para que los yucatecos salgan al encuentro de esta experiencia, “Legado del Mayab” es un circuito que abarca los municipios de Tekit, Oxkutzcab y Tekax, cuyos principales atractivos están enfocados a satisfacer las expectativas de los amantes del eco y agro turismo, el turismo de aventura y de aquellos que salen al encuentro de un Yucatán ancestral que vive en la memoria de muchos y que espera ser redescubierto por las nuevas generaciones.
El sábado 28 de noviembre pasado un grupo de agentes de viajes locales, mayoristas de la industria turística y medios locales visitaron Tekit como parte de una estrategia de promoción que pusieron en marcha el Consejo Empresarial Turístico de la entidad (Cetur) y la Asociación Mexicana de la Industria Turística en Yucatán (AMIT), en coordinación con los ayuntamientos de los tres municipios y sectores involucrados con el ramo turístico para crear el proyecto “Legado del Mayab”.
Reactivación
La estrategia obedece a la idea de apoyar los procesos de reactivación económica de estos municipios y donde el turismo se constituye como un importante pilar para la economía.
Fue el propio alcalde de Tekit, Armando Medina Koh, quien dio la bienvenida a los visitantes en la explanada del parque principal de la comunidad, sitio al que se adosaron las coloridas letras de su nombre para tomarse la foto del recuerdo.
El concejal explicó que la comunidad de Tekit recibe con los brazos abiertos a sus visitantes y que si bien, hoy día la sonrisa que les caracteriza al recibir a los turistas está debajo de un cubrebocas, la calidez del trato, el “apapacho” y el cariño afloran a cada instante para hacer sentir al huésped como en su propia casa.
“Tekit, la capital de la guayabera, les da la más cordial bienvenida y deseamos que su estancia en este lugar sea placentera, la disfruten y se lleven un hermoso recuerdo del lugar, su gente y su cultura” explicó.
“La pandemia por el Covid ha colocado nuestras sonrisas bajo alegres cubrebocas evocadores de nuestra tradición textil, que hemos confeccionado en forma emergente para atender la demanda ante la emergencia sanitaria, nuestro espíritu de cariño y servicio al visitante, sigue intacto”.
El Ballet Folclórico “San Antonio de Padua” del Ayuntamiento de Tekit presentó a los visitantes estampas típicas de conocidas jaranas, lo hicieron portando con orgullo los albos trajes con el colorido bordado que les caracteriza, todos con cubrebocas o caretas de seguridad. De igual manera se ofreció un recorrido por el templo de San Antonio de Padua, patrono del lugar, cuya edificación data del siglo XVII y posee una pila bautismal tallada en roca con fecha 1590.
El templo originalmente estaba dedicado a Santa Rita; sin embargo, a principios del siglo XX, cuando la hambruna afectaba a la población, en el pozo del pueblo, contiguo a la iglesia, se encontró sumergida una antigua imagen de madera de San Antonio de Padua, que posiblemente data de los años de la edificación del templo a cargo de la orden franciscana.
La imagen fue restaurada y se le colocó en el sitio de honor en el retablo principal del templo y desde entonces ha sido el patrono de Tekit.
La fiesta tradicional de ese santo es a mediados de junio.
.-Con información de Diario de Yucatán
