Por Eduardo Lliteras

En una maratónica sesión de tres horas, la alcaldesa de Valladolid, Alfa Tavera, reveló no sólo con cifras en mano (y una minuciosa y pormenorizada relatoría de actos de gobierno que rayó en el exceso) la gravedad de la situación en que encontró la administración municipal, minada por la corrupción y los desvíos, sino la plena entrega de una mujer visiblemente agotada y extenuada que sobrevivió a un terrible “accidente” durante la campaña y a la que apenas se le dio tiempo para reponerse para ser sometida a los ataques de todo tipo que han orquestado los priistas resentidos del municipio.

El rostro, las palabras de Tavera revelaron las enormes dificultades que ha tenido que afrontar su administración por el extremo saqueo de las arcas vallisoletanas y del patrimonio municipal, tema sobre el que no dijo ni pío el representante del gobernador, Gabriel Barragán Casares, director del Centro de Prevención Social del Delito y Participación Ciudadana, quien se dedicó a cantar cifras alegres y se extendió indebidamente en su turno, como si él también estuviera dando un informe, pero de un gobierno paralelo, ya que en realidad es el operador del gobierno del Estado para recuperar Valladolid de las manos de Morena y responsable de la estructura del PRI en dicho municipio, no por casualidad.

Gabriel Barragán Casares (hasta hace poco delegado del CEN del PRI en la Capital poblana y un hombre de inquietante parecido con Echevarría) olvidó por completo la denuncia legal realizada por Alfa Tavera, por ejemplo, por el incumplimiento de pago de cuotas al ISSTEY y retenciones del Impuesto Sobre la Renta en SAPAMV, entre otras linduras cometidas en perjuicio de los recursos públicos estatales. Al operador político del Revolucionario Institucional también se le borró de la memoria el compromiso de lucha a la corrupción que hizo el hoy gobernador del Estado, Rolando Zapata Bello, al inicio de su administración. De hecho, ahora se sabe que Ulises Carrillo Cabrera, titular del ISSTEY, exige la entrega de terrenos municipales en Valladolid para cobrar dichas cuotas, sin que exija con la misma energía una investigación y castigo a los culpables de la desaparición de dicho dinero, en perjuicio del patrimonio de los ciudadanos de Valladolid.

Tavera insistió en el tema de la corrupción al inicio y al final de su discurso de Primer Informe de Gobierno, extremadamente largo y pormenorizado, con un formato poco ágil y salpicado de una accidentada iluminación y sonido que por momentos dio la impresión de ser una jugada más de quienes buscan minar su gobierno: “Lo primero que les tengo que decir es que al entrar en nuestro palacio no encontramos sorpresas. Efectivamente, sabíamos que no podíamos encontrar orden, ni la información necesaria para empezar a trabajar con eficiencia desde el primer día. Tampoco esperábamos encontrar el material que se requería y mucho menos dinero en las cuentas municipales. No hubo sorpresa, prácticamente solo encontramos las paredes con los cuadros que las adornan”, aclaró la alcaldesa de Morena entre aplausos de la abundante concurrencia.

Acompañada por los regidores del Cabildo, respetuosa en todo momento, reconociendo a sus contra partes en el Cabildo y en los otros niveles de gobierno (los que no le pagan con la misma moneda), Tavera afirmó que “iniciamos un periodo de gobierno sin deseos de revanchismo, con la idea primordial de que la autoridad se debe al ciudadano y se requería una reconciliación del ayuntamiento de Valladolid con ustedes”.

La alcaldesa insistió en que “por las limitaciones presupuestales y las complicaciones en que dejaron la Administración Municipal los gobiernos irresponsables que estuvieron antes, sabíamos que no podríamos hacer todo lo que nuestro municipio requiere o lo que quisiéramos hacer para ustedes”.

Tavera fue muy clara en su intención de recuperar, a través de “actos legales” el dinero que no aparece” (con denuncias ante la PGR). “Estamos convencidos que la corrupción no se disculpa, no se perdona; la corrupción, se combate y se castiga, si no, se convierte en impunidad y en la invitación para que los delincuentes sigan dedicados al delito”, dijo.

Ante la concurrencia, numerosa gente del pueblo vallisoletano, el alcalde de Mérida Mauricio Vila Dosal y el senador panista, Daniel Ávila, la alcaldesa dijo que se han interpuesto denuncias en contra de quienes resulten responsables por el manejo indebido de cuentas, porque ya no tenían facultades legales para acceder a las cuentas bancarias del municipio cuando lo hicieron retirando dinero. También explicó que ha hecho denuncias por el desvío de recursos que debieron destinarse única y exclusivamente para la construcción de la Plaza de la Jarana y el Museo Regional en la Ex Estación del Tren en la localidad. Otra denuncia fue por el desvío de recursos que debieron destinarse única y exclusivamente para la construcción de la Unidad Deportiva en la Colonia San Francisco de Valladolid. No menos importante fue la denuncia y/o querella por incumplimiento de pago de cuotas al ISSTEY y retenciones del Impuesto Sobre la Renta en SAPAMV, según dijo.

En éste tema vale la pena señalar que el país ya no puede tolerar más saqueos impunes de la Hacienda Pública, y que Yucatán debe poner sus barbas a remojar ante las barbas cortadas de los imberbes gobernadores, Roberto Borge y Javier Duarte, ambos bajo investigación entre otros, precisamente de la SHCP.

Hay que destacar el hecho de que la alcaldesa fue enfática en asegurar que “en nuestro Ayuntamiento no toleraremos actos de corrupción y mi gobierno no será cómplice por no denunciar a quienes han incrementado ilegalmente sus cuentas personales. No es ningún acto de revancha sino de elemental justicia”, dijo ante la cara de evidente fastidio del representante del subsecretario de Gobernación del Gobierno del Estado y ex regidor priista, Enrique Alfaro Manzanilla.

Dicho discurso, y la personalidad de Tavera, la colocan sin lugar a dudas como una candidata natural a la gubernatura en el 2018, pero Morena y sus colaboradores en el Ayuntamiento de Valladolid deben cuidar la salud de la alcaldesa ya que lució extremadamente fatigada durante el evento. Tan es así, que el mismo Andrés Manuel López Obrador, durante su reciente visita a Valladolid, dio a entender que el futuro de las candidaturas en Yucatán podría pasar por las mujeres de Morena, precisamente.

Respecto a las denuncias por desvíos y deudas dejadas por la anterior administración priista en Valladolid, cabe destacar el “adeudo de energía eléctrica con la CFE, con Nextel, seguros Metlife”, entre otros, que generan un monto total aproximado de 19 millones 876 mil 589 pesos entre conceptos declarados y no declarados al ayuntamiento de Valladolid.

Hemos debido “comenzar a trabajar con un Municipio prácticamente quebrado, saqueado en sus finanzas, sin equipos y herramientas adecuadas nos ha complicado el arranque, sin embargo a través de un trabajo ordenado y transparente en cuidado y saneamiento delas finanzas, los ahorros en el en el gasto corriente y la eliminación de gastos innecesarios, dan como resultado que hoy marchemos en el rumbo correcto”, concluyó la alcaldesa.

Rumbo que algunos quieren alterar precisamente porque ven en la primera edil de Morena una amenaza potencial para su dominio incontestado en el estado, y su forma de hacer negocios, desde y a través, del poder.