Por Tomás Martín.

Hace pocos días, terminó el proceso para elegir al candidato del Partido Acción Nacional (PAN) a la alcaldía de Mérida, con un resultado que para muchos resulto sorpresivo, que pero que para mí, en lo personal, no lo fue tanto.

Ganó pues quien hizo una mejor y más agresiva campaña, quien actuó con mucho más ambición y quien se supo convencido de que por primera vez en muchos años el PAN yucateco tendría una elección verdaderamente democrática con la participación de los llamados adherentes, esos que cada vez se ven más ajenos a los añejos y viejos liderazgos panistas que hoy parecen más un lastre que un verdadero capital político para ese partido.

Renán Barrera Concha hizo lo que tenía que hacer y su contrincante, la senadora Beatriz Zavala Peniche, simple y sencillamente no quiso o no pudo entender el momento electoral que vivía. Desde el principio se le vio titubeante, ajena y muy desconectada de lo que sucedía a su alrededor.

Decía don Víctor Cervera Pacheco que un buen político es aquel que sabe “leer el momento”; doña Beatriz simple y sencillamente no supo leerlo o leyó otra cosa y pues los resultados están a la vista.

En seis años la carrera política de Zavala Peniche no da la apariencia de ser para nada la más próspera, pues de ser nada más y nada menos que la titular de la Secretaría de Desarrollo Social del Gobierno de Felipe Calderón, hoy regresa al Senado a cumplir con su periodo con un par de dolorosas derrotas electorales a cuestas.

En fin, hablar de lo que dejó de hacer la señora podría llevarnos muchas letras y no es el objetivo de esta colaboración.

Quedan pues definidos los caminos, por un lado Barrera Concha y por otro Nerio Torres Arcila, quien abanderará la causa del Partido Revolucionario Institucional que busca mantenerse en el Ayuntamiento de Mérida, justa que se antoja muy complicada para el político tricolor.

Está de más decir que el Gobierno del Angélica Araujo Lara, nada tiene que ver con ese dicho de que es pura “miel sobre hojuelas”, sin duda ha sido una administración polémica y que ha dividido radicalmente las opiniones sobre sus resultados y logros.

Y pues no lo digo yo ni es una suposición mal fundamentada, sin duda, la percepción ciudadana del Gobierno de la arquitecta hicieron que de ser la candidata “natural” para suceder a Ivonne Ortega Pacheco en el Palacio de Gobierno, tuviera que luchar con uñas y dientes para poder encabezar la fórmula que el PRI postulará para el Senado, pues según las malas y buenas lenguas, hasta esa posición le querían tumbar.

La carrera por el Senado no es para Angélica Araujo una aspiración, sino simple y sencillamente una estrategia.

Pues bien, como le dije a Nerio cuando lo vi hace unas semanas en el programa Agenda Fórmula que se transmite los sábados por el 94.5 de FM, lo más difícil no fue haber ganado la postulación del PRI, sino que será ganar la elección de Mérida.

El votante meridano ya probó pues la alternancia, aparentemente sabe ya de contrapesos políticos y sin duda Renán Barrera es un tipo carismático que no aparenta ser un rival muy sencillo de vencer, pero bueno uno dice una cosa y las circunstancias a veces suelen ser otras.

El caso es que Nerio tendrá que cargar con las facturas políticas que hereda de la actual administración, y seguramente el PAN centrará todos sus esfuerzos electorales en los errores y desaciertos de Araujo Lara.

Tendrán pues que buscar y vender muy bien los aciertos, que desde mi perspectiva sí los hay, yo no creo que el Gobierno de Araujo Lara haya sido el peor de todos los tiempos, para nada, los ha habido mucho peores y en todo caso también tuvo importantes logros que no supo vender muy bien y que aparentemente se vieron opacados  por sus malas decisiones que también las tuvo, eso que ni qué. Pero bueno eso, como dice la Nana Pancha, ya es otra historia. Comentarios, réplicas a tommyuv@hotmail.com. Sígueme en @TribunaYucatan.