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Australia quiere sacrificar a sus camellos, pero ¿en verdad funcionará?

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Australia quiere sacrificar a sus camellos, pero ¿en verdad funcionará?

Australia quiere sacrificar a sus camellos, pero ¿en verdad funcionará?

En otros países y décadas atrás también han matado a cientos de animales para evitar la sequía, sin embargo, no ha dado el resultado que esperaban. ¿Australia marcará la diferencia?

Entre los planes de las autoridades australianas para combatir la sequía que asola su territorio y que promueve que los incendios sean mayores y más peligrosos, se encuentra el asesinato de miles de camellos.

Para ello, una serie de francotiradores a bordo de helicópteros comenzarán a disparar contra los animales, según los datos del New York Post cazarán alrededor de 4 mil y 5 mil camellos, aunque en la zona se encuentran 10 mil camellos que podrían estar en riesgo. La razón detrás de esto es que actualmente existen manadas muy grandes de camellos que ponen en riesgo a las comunidades aborígenes y los automovilistas en su búsqueda de agua y comida.

Y no sólo es eso, la sequía misma también ha provocado problemas de salud entre los camellos, pues se reporta que algunos han muerto y otros han resultados heridos después de competir por los recursos naturales.

Del mismo modo, al no tener depredadores naturales (pues son animales que fueron introducidos al Australia hacia 1840), sus números han crecido al grado que ya son considerados como una plaga en el país que destruyen la vegetación nativa del lugar, de acuerdo con un oficial del APY, las siglas para el gobierno local aborigen Anangu Pitjantjatjara Yankunytjatjara.

Sin embargo…

¿Matar a los camellos resuelve la sequía en Australia?

En el pasado, algunos teóricos han planteado que el sacrificio de cierto número de animales puede promover que los periodos de sequía se acorten y las tierras dejen de ser tan áridas. Tal caso ocurrió en África, Allan Savory, fue un ecologista que propuso y llevó a cabo un siniestro plan en el que 40 mil elefantes fueron asesinados en pos del medio ambiente.

No obstante, después de la matanza y décadas de estudio, el propio Allan Savory se dio cuenta que su idea era errónea. Ante la falta de animales que transitaran por la savana africana y que fertilizaran la tierra con su excremento, la región se tornó mucho más árida, causando que la vegetación muriera. Ante la falta de vegetación, la humedad de la zona disminuyó y la temperatura aumentó, es decir, la sequía se volvió mucho más cruda y larga.

Si bien en Australia no han planteado este sacrificio como una opción para combatir la sequía propiamente, lo han planteado como una forma tanto de salvaguardar la población de camellos y la flora del lugar… no obstante, cabe preguntarse si después del asesinato de estos animales, en Australia se enfrentarán a un caso similar al de África, en el que la ausencia de animales promovió precisamente el problema que querían resolver.

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