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Juguera de Akil pasó a manos privadas desde septiembre

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Juguera de Akil pasó a manos privadas desde septiembre

La Juguera de Akil, administrada por la Unión de Ejidos y Citricultores del Sur de Yucatán, quebró desde septiembre del año pasado y ahora está en manos privadas, de acuerdo con Freddy Domínguez Aké, presidente del consejo de vigilancia de la comisaría ejidal de Oxkutzcab, y Fausto Canul Magaña, comisario ejidal.
Añadieron que durante las administraciones de Miguel Canul e Ignacio Maravé, esa empresa social padeció un severo desfalcó y quebró.
Para mantenerla en pie, los gobiernos federal y estatal apoyaron para que los ejidatarios y el empresario Arturo Peniche Solís firmaran un convenio por 10 años, pero prácticamente la Juguera dejó de ser ejidal.
Relataron que fue el 10 de septiembre del año pasado cuando la juguera pasó a manos privadas y ya solamente lleva el nombre de la Unión de Ejidos y Citricultores del Sur de Yucatán, pero en realidad los ejidatarios ya no tienen participación, ya que ni los terrenos, fierros o árboles les pertenecen.
“¿La Juguera? Eso ya no existe, desde Miguel Canul se acabó la Juguera, tiene el nombre, pero le vendimos a Arturo Peniche, se firmó un convenio a 10 años con él a partir del 31 de septiembre del 2016, para que le entrara inversión del gobierno y la del empresario y se nos comprara la fruta a nosotros los ejidatarios, pero ganancias de la juguera ya no vamos a ver, la desfalcaron desde Miguel Canul y luego Ignacio Maravé.
“Miguel Canul se fue con los papeles, cuando entramos nosotros, cuando Luis Cetina entró a administrar, no había nada, a los productores se le debía 1 millón de pesos desde Miguel Canul y se pagó la deuda con Luis Cetina por la intervención del gobierno estatal, pero la Juguera ya no es de los ejidatarios”, insistieron.
Agregaron que incluso hay demandas de los proveedores contra la juguera, ya que se les dejaron de pagar las cuentas y los ejidatarios no tienen intención de recuperarla, por la cantidad de problemas que tiene.
Explicaron que Peniche manifestó interés en comprarla y Sagarpa intervino con apoyos a través de programas, y para hacer el proceso lento y tranquilo se firmó a 10 años.
Agregaron que incluso los terrenos frente a la juguera, donde se encontraba el invernadero, están embargados por Lorenzo Alvarado.
La Unión de Ejidos Citricultores del Sur del Estado está conformada por seis mil citricultores de 12 ejidos pertenecientes a ocho municipios: Oxkutzcab, Akil, Tekax, Tzucacab, Sacalum, Maní, Muna y Ticul.
El padrón de la Unión es de 6 mil productores, pero hasta hace unos años se advertía que los que se mantienen activos suman unos tres mil.
El objetivo de la juguera era beneficiar al productor citrícola del Estado al comprarle la fruta a precios justos, a fin de que los “coyotes” no les “macheteen” el precio.

Fuente: Por Esto!

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