El presidente nacional de la Canadevi, Carlos Medina Rodríguez, advirtió que ante el grave riesgo que representa para la vivienda social el aumento en el precio del cemento, anunció que solicitará a la Secretaría de Economía instalar una mesa de análisis para tratar de evitar que se concrete esa alza prevista para el próximo primero de julio.

Al intervenir en la inauguración de la Feria de Vivienda en el Centro de Convenciones Yucatán Siglo XXI, sostuvo que todo aumento que en un momento dado se aplique y se cargue a la vivienda acaba repercutiendo en el adquirente final, ya que es quien terminará pagando los incrementos.

—Por eso todos debemos comprometernos a trabajar en conjunto y buscar soluciones a los problemas que enfrenta este sector, pues si bien el inicio de año fue un período muy complicado que se regularizó al paso de los meses, hoy el alza del cemento representa una amenaza para la vivienda social, acotó.

Respetar el acuerdo

Al hablar de vivienda social tenemos que hablar de toda la cadena de valor –observó–, y ahí están los insumos que los desarrolladores utilizan para vivienda social, cuyos aumentos impactan en el precio final.
Recordó que, el pasado 10 de marzo, la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de la Vivienda firmó con el Gobierno Federal un acuerdo para el fortalecimiento de la vivienda, y uno de los incisos decía claramente que se vigilará la competitividad de los precios de los insumos.

—En ese sentido, como Cámara, hemos solicitado ya a la Secretaría de Economía se empiece a hacer una mesa de análisis, porque ante el anuncio en el aumento del precio del cemento para el próximo primero de julio, nos complica a todos el escenario de la vivienda social, agregó.

Señaló que se han sostenido y se celebrarán reuniones con la Sedatu y la Secretaría de Economía para tratar ese tema y buscar frenar este aumento, ya que de lo contrario el impacto que tendrá en la vivienda social será muy fuerte, ya que el cemento es materia prima también del block, la vigueta, la bovedilla, los acabados, pegazulejos y otros materiales.

Sostuvo que se tiene que mantener el ritmo de construcción de la vivienda social si se toma en cuenta que, en el país, hay un rezago de 6.7 millones de viviendas y cada año se forman 650 mil familias nuevas, de las que, cuando menos, la mitad necesita un espacio dónde vivir.