Una lluvia que bañó Mérida por la tarde, se convirtió en un leve respiro para los habitantes de la capital yucateca que por segundo día consecutivo padecieron de las temperaturas que llegaron a los 45 grados centígrados.

Cerca de las 17:30 horas el cielo se nubló para dejar caer una inesperada lluvia que tomó desprevenidos a los meridanos que transitaban a pie o en auto por las calles.

“NI tiempo para sacar el paraguas” dijo Carlos López un joven estudiante que tuvo esconderse de la lluvia, para impedir que su computadora portátil se mojara.

La lluvia estuvo acompañada de fuertes rachas de viento que por momentos se asemejaron a los de un ciclón. En algunos sectores de la ciudad se generaron apagones, pero el servicio se restableció minutos después de la precipitación pluvial.

Por cerca de 20 minutos, la lluvia se tornó copiosa, sin convertirse en un aguacero.