Para muchos de nosotros, me incluyo, el día no puede comenzar sin una buena taza de café; ese momento sagrado por las mañanas en las que su aroma cambia nuestra perspectiva del día y nos da ese empujón para comenzarlo.

Con el fin de disfrutar más ese momento hablaremos sobre el “café de especialidad”, cuyo término fue utilizado por primera vez en 1979 por Erna Knutsen, pionera en los cafés de alta gama, pero ¿a qué nos referimos cuando un café cuenta con dicha denominación? Para resolver esta incógnita nos apoyaremos en la SCA (Speciality Coffee Association), encargados de investigar, determinar los estándares de preparación y del análisis sensorial de los cafés (catación), tomando como cafés de especialidad a todos cuyo puntaje sea de 80 o más.

En las cataciones se evalúan diversos aspectos, por ejemplo:

• Visual, los granos antes de ser tostados se verifican que sean de calidad y carezcan de defectos.
• Fragancia y aroma, cuya diferencia radica en que la primera es el olor que desprende el grano molido sin entrar en contacto con el agua, mientras que el segundo es cuando ya entró en contacto con el agua.
• Sabor, que en este caso serían las notas o recuerdos que nos vienen a la mente al probar el café.
• Acidez, cualidad muy importante, la cual podemos percibirla a los costados de la lengua y por generarse mayor salivación.
• Cuerpo, es la densidad o viscosidad de la bebida.
• Sabor residual, mejor conocido como after taste, es aquel sabor que perdura con el tiempo por encima de los demás, el cual permanece en boca hasta el final.

Todas las características mencionadas anteriormente pueden servir de referencia para que la próxima vez que probemos una taza de café, nos detengamos un momento para apreciar todas aquellas sensaciones que el grano nos ofrece y si éste es de especialidad, qué mejor, además al consumirlo estamos apoyando a los productores de café, así como a todos los que se esfuerzan por obtener el máximo de calidad en una taza, pero esto será material para la próxima vez que nos lean, mientras tanto, disfruta de una buena taza de café.

Por Barista Manuel Blanquet