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La estafa maestra

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La estafa maestra

Mujeres en riesgo

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“Qué mujer tan deslumbrante, ojalá algún día me des la oportunidad de tratarte, o platicar un poco más”, esas fueron las primeras palabras con las que se acercó. Soy una mujer madura, bastante segura de mí misma, guapa e inteligente -bueno eso creía- hasta el momento en que decidí responder ese mensaje, nunca pensé que podría ser víctima de una estafa -burla- como ésta, les contaré mi historia con el afán de que cada vez menos mujeres caigamos en este tipo de trampas.

Mi mayor error fue haber respondido ese mensaje, pero ¿qué tanto peligro podría correr? estaba en la seguridad de mi hogar, tras una pantalla. Al principio la plática era sumamente casual , al menos eso pensaba, ya saben, esas cosas que se preguntan las personas cuando se empiezan a conocer, cuántos años tienes, a qué te dedicas, cuáles son tus temores, tus anhelos.

Dijo llamarse Jason Smith, militar a punto de retirarse, divorciado, con dos hijos. Dicen, que si platicas demasiado con una persona te puedes enamorar, sobre todo cuando esa persona te dice las cosas que quieres escuchar, “eres una persona deslumbrante, no puedo creer que sigas soltera, quisiera conocerte ya y tenerte entre mis brazos” al principio era muy incrédula, pero ya después de casi un mes de charla, empezaba a tener sentimientos por la persona que me respondía y escribía cosas tan bellas tras el monitor. Un día me dio la noticia, “amor mío, ya pronto podré retirarme, me darán una gran suma de dinero, la cual invertiré en tu ciudad para conocerte, y poder estar con la mujer de la cual estoy enamorado, espero ya pronto estar contigo, le he platicado a mis hijos de ti, están un poco tristes, pero les dije que pueden visitarme cuando quieran y conocer las playas tan lindas y el ambiente de sol que me has contado”. Su español no era muy bueno, aunque lográbamos entendernos, comenzaron las llamadas, los planes, por mi parte me di a la tarea de buscar una casa para que él viviera, -no vivirá conmigo todavía, primero tenemos que conocernos- pensé. “Busca también un negocio donde pueda invertir mi dinero”, su medio millón de dólares, yo estaba ilusionada, enamorada. Al acercarse la fech1508446808-98380873gettyimages-97361878a, no podía estar más emocionada.

Una llamada a un horario inusual me despertó, “mi vida tuve un problema en la aduana, mi dinero ha sido retenido, ya no podré verte como quedamos”, podría jurar que lloraba y tal vez sí lo hacía. Quedé desconsolada, me dijo que estaría en comunicación conmigo, pasaron varios días y no sabía nada de él, le marcaba, dejaba mensajes en su Facebook, y no había respuesta, comenzaba a desesperarme, de repente una llamada… era él, su voz sonaba apagada y triste, me dijo que lo habían retenido y que lo mandarían a una misión nueva ya que tenía que pagar una pequeña suma por su baja, sin embargo, “su dinero estaba congelado”. Sé que les puede sonar ingenuo, lo escribo y parece hilarante y un poco gracioso, pero uno cuando está enamorada cree cosas que al mirarlo desde otra perspectiva parecen tontas; debo confesar que al principio él no me pidió nada, sólo me dejaba preocupaba y acongojada; sí, ellos saben muy bien la forma de manipular.Como “su pareja” le ofrecí mi ayuda:

-¿Necesitas que te ayude en algo?-

-No me gustaría pedírtelo, me hace sentir mal- respondió.

Le seguí insistiendo hasta que por fin se decidió, -podrías prestarme $500 dólares para recuperar mis papeles, ni siquiera me lo depositarávishings a mi, sino a un compañero quien hará todas las diligencias… y así comienza la odisea, el timo de mi vida, después de esos $500 dólares, le siguieron $1000 para un abogado, trámites, en fin, el dinero parecía no resolver nada, no quiero contar cuanto le di, más de 50 mil pesos mexicanos, probablemente. Las mentiras que me dijo, desde esta perspectiva, absurdas y triviales. Ya la situación era desesperante por lo que le platiqué a mi hija a quien había mantenido relativamente al margen, ella sin dudarlo y en unos cuantos segundos a través de Google, descubrió la estafa, no era la primera y por seguro no sería la última a quien estafaban de esa manera.

El supuesto soldado, mi amor, podría ser cualquier tipo residente en Accra Ghana, donde suceden la mayoría de las estafas. No está por demás decir lo humillada que me sentí, lo tonta, lo deprimida que estuve, y no tanto por el dinero, soy una mujer que sabe trabajar y generar, aunque claro, fue una suma fuerte y no estuvo a la vuelta de la esquina, lo que me dolió más fue la traición de un supuesto ser amado, no les daré recomendaciones de como no caer en dicha estafa, creo que con la simple historia entendieron el mensaje, pero si algo hay que afirmar es que sin importar que tan seguras nos sintamos, siempre podemos ser víctimas cuando estamos vulnerables.

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