Por Gabriela García Magaña / Psicoterapeuta
El prefijo co proviene del latín y significa con. La palabra codependiente en sus inicios se usaba como sinónimo del término habilitador; un habilitador es alguien que asiste a una persona, podría llamarse una compañía.
Un codependiente, sin embargo, no es alguien que vuelve a la persona dependiente, sino que es un aliado inconsciente del padecimiento de su familiar o amigo cercano. Un ejemplo de ello, puede ser el caso de un adicto, donde el codependiente elabora excusas, minimizando o negando las repercusiones que puedan tener el comportamiento disfuncional del adicto. Esta situación compete a toda persona que sacrifica su tiempo, esfuerzo e incluso dinero para resolver los problemas de otros; ya sea salvar a una pareja, amigo o persona con la que tiene una relación cercana. Estas personas a menudo tendrán la tendencia a establecer relaciones con otros que presentan problemas afectivos, sociales, familiares o financieros; ignorando los problemas de su propia vida.
10 Signos y síntomas de la codependencia:
- Propensión a pensar solo en el bienestar del otro, sin tener en cuenta sus propias necesidades.
- Un sentido exagerado de responsabilidad por las acciones del otro.
- Tendencia a confundir amor por lástima, por lo tanto, “amar” a personas por las que puede sentir lástima y rescatar.
- Instinto a relacionarse a menudo con individuos con problemas disfuncionales.
- Orientación a sentirse heridos cuando las personas no reconocen sus esfuerzos o no son correspondidos de la manera que esperan.
- Hará todo para permanecer en la relación, para evitar sentimiento de abandono.
- 7.Compulsión por controlar a otros: regulando los sentimientos internos propios a través del control de personas, conductas y situaciones.
- Falta de confianza en sí mismo y en los demás, y por ende miedo a ser abandonados.
- Problemas al establecer los límites con las personas.
- Falta de confianza en la toma de decisiones.