La propietaria de una casa de huéspedes del primer cuadro de la ciudad, Rosalinda Velázquez Durán, de 52 años de edad, fue hallada sin vida por uno de sus empleados, determinando que murió asfixiada debido a que no pudo deglutir correctamente la comida.
El macabro hallazgo ocurrió ayer miércoles, a las 10 horas, en la casa de huéspedes «Chalía», ubicado en la calle 68 entre 63 y 65 del Centro Histórico, quien en el momento de fallecer leía una carta enviada por su hija.
La Fiscalía General del Estado (FGE) descartó algún posible hecho delictuoso, con base a los elementos obtenidos en el lugar de los hechos así como de los resultados que aportó la necropsia.
Información proporcionada revela que un empleado de limpieza efectuaba las respectivas labores, cuando junto con una vecina del rumbo, encontró el cuerpo sin vida de la quincuagenaria.
Ambos se percatan que estaba acostada en una hamaca, por lo que la llaman con tal de despertarla, y posteriormente se percatan que carecía de signos vitales.
De manera inmediata avisaron a las autoridades, y al lugar de los hechos acudieron elementos de la Policía Municipal de Mérida (PMM), cuyos paramédicos de la corporación solicitaron la intervención del Servicio Médico Forense (Semefo), quienes se encargaron de levantar el cuerpo para luego para la necropsia de Ley, posteriormente, entregarlo a sus familiares.
De acuerdo con la necropsia de ley, la causa de muerte fue por broncoaspiración y el cuerpo no presenta ninguna huella de violencia.
Sin embargo, se iniciaron las investigaciones correspondientes a fin de determinar lo sucedido.
Como parte de las primeras indagatorias, las autoridades ministeriales se encontró restos de comida en el lugar, así como una carta dirigida a su hija, que habita en el extranjero y con quien, según se deja ver en el escrito, había perdido comunicación.
Tras efectuarse las primeras diligencias, el cuerpo fue trasladado a las instalaciones del Servicio Médico Forense para la necropsia de ley y el seguimiento correspondiente a las investigaciones.
