El problema del maltrato de algunos pequeños en casa es real, ya sea físico o psicológico, el niño lo manifiesta en su manera de desenvolverse socialmente en la escuela, aun sin hablar de los hechos.
El bullying es la respuesta a este tipo de violencia, un niño agresivo tiende a buscar a algunos de su misma condición para lastimar a otro que tenga baja autoestima y no sea lo suficientemente fuerte para defenderse ante una situación de violencia.
“No es el caso de los niños de las estancias porque aquí sólo miden la capacidad de respuesta de sus compañeros, y con vigilancia el problema no pasa a mayores. Los niños están vigilados y ante algún indicio de violencia se le explica al pequeño que esta situación no debe repetirse, debe aprender a convivir en paz”, señaló Susana Martínez Ruiz, psicóloga de la estancia de Bienestar y Desarrollo Infantil No. 86 del Issste.
“Es un hecho que algunos niños son maltratados y otros son maltratadores, por esta razón las educadoras deben estar capacitadas y sensibilizadas para evitar que el daño suceda en el tiempo de estancia infantil”, subrayó.
La especialista agregó que el bullying o acoso escolar es un problema creciente en las aulas. Se trata de maltrato psicológico o físico deliberado que uno o varios niños causan a otro.
El bullying puede ser físico, que es cuando los niños pegan, dan patadas, puñetazos, mordiscos, empujones, agreden con objetos, etc. Es el que se da con frecuencia en las estancias infantiles.
El maltrato puede ser verbal, que es cuando insultan o menosprecian específicamente a un niño en público, hay niños que se divierten resaltando los defectos físicos de otros.
La especialista subrayó que el bullying implica una repetición continua de burlas o agresiones y puede ocasionar la exclusión social de la víctima.
Víctima
Los niños acosadores saben elegir bien a sus víctimas. Buscan pequeños que pasen inadvertidos, que no son populares, tímidos y sin iniciativa.
El acoso escolar puede causar daño psicológico, que es cuando algún niño o niños con hechos de violencia bajan la autoestima de algún pequeñito y fomentan su sensación de temor.
Fuente: Sipse