Cuando alguien nos pregunta si nos gusta el lugar donde vivimos, la tendencia se inclina, la mayoría de las veces, a evaluar de forma positiva o negativa el lugar: Si el clima es o no agradable, el tráfico, el ruido, la contaminación, los servicios de calidad, etcétera, por mencionar algunos, pero la realidad va más allá, y vale la pena hacernos la pregunta del ¿Cómo nos sentimos con nosotros mismos? y ¿qué estamos haciendo para mejorar ese pequeño o gran lugar que algunos le llaman hogar?
El sentido de pertenencia es la representación que las personas tienen de sí mismas como consecuencia de estar incluidas dentro de un grupo del que se forma parte, llámese cultura, religión, grupo social, académico o étnico. Para entender esta idea, se podría utilizar de ejemplo que no es condición suficiente para pertenecer a un grupo, el hecho de compartir el gusto por una afición. Los grupos que comparten el convencimiento de pertenencia tienen un origen diferente, ya que la base de estos grupos es un sistema de creencias y valores que gradualmente conforman una cultura y una historia. El sentido de pertenencia brinda consciencia de “Quienes Somos”, proporcionando una identidad a los individuos e integrándolos dentro de un todo.
Los individuos pertenecientes a un grupo cultural o social no siempre tienen un mismo comportamiento, ya que a pesar de estar dentro de un mismo espacio socio-cultural, este espacio es dinámico y va evolucionando a partir de las necesidades de sub grupos de individuos que están dentro del mismo grupo, dando como resultado nuevas adaptaciones dentro de un mismo sistema de creencia social.
Hablando más específicamente de la cultura meridana, ¿Cuántas veces cuando alguien recién llegado a esta ciudad, no es de extrañar que se sienta sorprendido con la calidez, la atención de los yucatecos y su peculiar sentido del humor? Las originales “bombas”, la comida regional con el característico chile habanero, así como la tradición de comer cada platillo un día específico de la semana, las fiestas o “reuniones sociales” en donde los horarios rivalizan con el inglés más exigente, y que no es visto con mala nota el llegar dos o tres horas tarde, cuestión que pocos visitantes o recién llegados logran entender y menos digerir. Se debe destacar que dentro de cualquier contexto social, las características de cultura e identidad están relacionadas con las actividades relacionadas por cada región, dentro de los contextos y circunstancias y actividades que los habitantes hacen suyas y fomentan todos los días. Nuestra ciudad es un Estado al que orgullosamente pertenecemos y fomentamos e incrementamos esa pertenencia todos los días.
Con estas características y a pesar de que quizás actualmente muchas otras cuestiones no sean del todo comprendidas por otras ciudades o culturas, incluso del mismo país, el yucateco es orgulloso de lo que tiene, las raíces, sentido de pertenencia y cultura de esta “Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Mérida”.
Por Psic. Beatriz Eugenia Ortiz Escalante, MPACI
