Mérida, Yucatán, a 16 de julio de 2012.- Una parte considerable de la obra de Wilberth Herrera se encuentra plasmada en la edición de la antología Rascarse para casarse, que la Secretaría de la Cultura y las Artes con el apoyo del Conaculta presentó este domingo 15 de julio, en la sala de arte del Teatro Armando Manzanero.
Aunque Don Wilberth no vio concluido este proyecto, si tuvo la oportunidad de revisar y seleccionar los textos contenidos.
Ante la familia del artista, autoridades y la comunidad teatral de la entidad, el cronista de la ciudad de Mérida, Jorge H. Alvarez Rendón señaló que “hoy tenemos entre manos un libro de cuentos y experimentos teatrales. Antología cariñosa erigida con fragmentos de los muchos que escribió Wilberth Herrera, a quien conocí desde siempre, como un hombre inteligente, profundamente observador, reflexivo y optimista, sobre todo optimista”.
Agregó que los relatos y breves obras para la escena pertenecen a diversas épocas en la producción del autor, redactados en etapas separadas por estados de ánimo plurales. Y en este caso, con dos cualidades permanentes y de primer orden: la sencillez de trazos y el propósito elegantemente didascálico.
En estos cuentos y estos dramas hallaremos la voz del amigo, del creador que no se envanece de sus giros estilísticos, sino que, con esplendida humildad, se rige con la sola norma de proporcionar esparcimiento y consejo, recalcó Alvarez Rendón.
Por su parte, Conchi León, dramaturga y amiga del homenajeado en esta edición 2012 del Festival de teatro Wilberto Cantón, compartió su experiencia, recordó anécdotas de trabajar con el creador de personajes tan entrañables como Lela Oxkutzcaba y Chereque.
Se expresó del escritor como un hombre generoso, de grandes pasiones y que estaba muy satisfecho con su teatro, con sus títeres y que además le hacía muy feliz el cariño que el público le manifestaba, porque tenía esa capacidad de crear personajes entrañables.
Yo creo que Wilberth fue un hombre que tiene una obra redonda, no sólo como titiritero, como escritor o como artista sino también como hombre y ser humano. Algo que nos heredó fue la capacidad de reírse de uno mismo y de la sociedad, subrayó la dramaturga.
La obra de Wilberth Herrera, añadió, va a seguir viva por muchos años más y consideró que fue un acierto que la SECAY, y el Festival Wilberto Cantón, rindieran homenaje a una persona como Wilberth; agregó que su trabajo está vivo en cada una de las representaciones que se hace de sus historias.
A su vez, el profesor Luis Pérez Sabido habló sobre pasajes de la vida de Don Wilberth, así como de su inserción en la generación de teatristas de los años 60 y su legado múltiple, tanto en lo familiar como en lo profesional, además de destacar su valiosa obra en teatro, narrativa y poesía.
