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Nuestro Monumento a la Patria. Orgullo de la arquitectura Neomaya.

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Nuestro Monumento a la Patria. Orgullo de la arquitectura Neomaya.

Por Francisco F. Gamboa

Fotos: Melissa Ishbel

Han pasado ya más de 180 días desde el inicio de la crisis sanitaria y ésta nos ha acompañado hasta septiembre, sin embargo, los mexicanos no perdemos ese espíritu patrio que tanto nos caracteriza durante este mes, es por eso que revisitaremos la obra nacionalista más representativa no sólo de la capital yucateca, sino de toda la entidad.

Dicho esto, acompáñanos a conocer las cinco cosas que -tal vez- no sabías del Monumento a la Patria:

1. Su construcción tomó más de once años

La glorieta más famosa de Mérida se empezó a erigir el 7 de marzo de 1945 y fue inaugurada el 23 de abril de 1956 por el presidente Adolfo López Mateos; desde entonces, se ha convertido en un sitio icónico de la ciudad y parte fundamental en el día a día para sus habitantes.

2. Fue el primer altar a la nacionalidad en México

De todos los monumentos de su tipo, el que está ubicado en Paseo de Montejo fue el primero de la República en construirse con la misión de “borrar del espíritu nacional las ideas sobre el separatismo yucateco”, afirmaba Rómulo Rozo, escultor de la obra, motivo por el cual a lo largo de ella puedes encontrar la historia de nuestro país desde el México Prehispánico hasta la declaración de guerra de México a las Potencias de Eje, así como las 32 entidades de la República. Las piedras de la obra fueron traídas de la Sierra del Valle de Ticul

3. Originalmente iba a estar ubicado entre las avenidas Colón e Itzáes

Así es, donde hoy se encuentra el Monumento a Hidalgo. Y es que ésta fue solo una de las tantas controversias que se dieron durante su levantamiento, pues en una carta dirigida al Diario de Yucatán en febrero de 1956 (es decir, a meses de su inauguración) el Arquitecto Manuel Amábilis, diseñador de la obra, manifestó algunas incomodidades entre las que destacan la que inicialmente sería su ubicación, así como diversos cambios que Rozo realizó en cuanto a acabados y diseños que originalmente no se encontraban en la maqueta.

4. Fue la obra Neomaya más importante de la dupla Amábilis-Rozo

El yucateco Manuel Amábilis y el colombiano Rómulo Rozo se conocieron en la Exposición Iberoamericana de 1929 en Sevilla, España, y desde entonces entablaron una amistad que los llevó a realizar varias colaboraciones, entre las que destacan otras obras como la Escuela Socialista Belisario Domínguez en Chetumal y la fachada del Diario del Sureste en Mérida.

5. Ha sido testigo de celebraciones, espectáculos y manifestaciones tanto políticas como sociales

Sin duda, su relevancia urbana es tal que se ha convertido en punto de encuentro para una infinidad de momentos clave de la vida de la ciudad, como desfiles cívicos, deportivos y militares, manifestaciones por los derechos sociales, cierres de campañas políticas, festejos por el triunfo de la selección mexicana de fútbol, espectáculos, ¡y más!

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