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Emerge música divina en Uxmal

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Emerge música divina en Uxmal

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La batuta del director artístico de la Orquesta Filarmónica de la UNAM, Alun Francis, se vuelve mágica ante el embrujo del Castillo del Adivino y regala leyendas autóctonas que enaltecen la cultura

 Por Martha Esther López Huan

 La hermosa Luna llena iluminó el Castillo del Adivino y de pronto… entre un marco de luz multicolor, surgen notas mágicas y la Orquesta Filarmónica de la UNAM logra que brote una fuente de música divina en Uxmal.

Los primeros minutos del “Intermezzo de Atzimba”, de Ricardo Castro, fueron como un manantial para los amantes de la ópera y la batuta del director artístico de la OFUNAM, Alun Francis, logra regalar la esencia de la antigua leyenda purépecha  en la que la doncella muere  porque ya no tendrá al ser amado.

De pronto, la luz de la Luna pareció intensificarse con los primeros acordes de “La noche de los mayas” y los instrumentos de viento se abrazaron como ríos a los violines, violas y violonchelos. Los ritmos evocaron las jaranas, los ritmos tradicionales mayas, esos ritmos que siguen maravillando al mundo desde que Silvestre Revueltas los creó  y magnificó en una película en 1939.

Más de 3 mil personas disfrutaron el concierto, a pesar de las bajas temperaturas y las inconformidades por el sobrecupo que dejó entrever mala organización. De hecho, nuestro reportero gráfico Benjamín Ruiz, constató que había mucha gente de pie y muchas más sentadas en las orillas de Sac-Beh (camino blanco).

Sin embargo, hay que decir que muchos invitados al concierto, organizado en el marco de los festejos del centenario de Universidad Autónoma de Yucatán, manifestaron su encanto por la cálida bienvenida otorgada por los edecanes vestidos con ternos multicolores o los trajes mestizos y por el dato histórico que brindó el Mtro. Jorge Esma Bazán, director de Cultur, antes del  evento: Hace 35 años, exactamente en un 27 de febrero, la Reina Isabel II visitó la zona arqueológica de Uxmal.

El intermedio no fue tan breve para los amantes de la buena música, que se dieron cita en el Uxmal  nocturno como el hijo del maestro Armando Manzanero, que lleva su nombre, pues los minutos se hicieron  interminables.

Y de pronto, la “Sinfonía india” de Carlos Chávez empezó a transportarnos a un mar de ritmos autóctonos gracias al empleo de instrumentos prehispánicos de percusión, como el tambor indio, jícara de agua, sonaja y maracas, combinados con timbales, platillos, xilófono y claves.

El vaivén de los ritmos se hizo presente con “Danzas cubanas” del veracruzano Mario Ruiz Armengol, cuya serie incluyó “Viejos recuerdos”, “Gracias a Dios”, “Lamento criollo” y “Ayer y hoy”.

El “Danzón No. 2” de Arturo Márquez también cautivó al público, al rector de la UNAM, Dr. José Narro Robles y la gobernadora Ivonne Ortega Pacheco, quienes aplaudieron la obra del compositor mexicano más destacado en los años 50. En cada momento, en cada interpretación, la batuta del Mtro. Alun Francis, dio muestra de enaltecer la cultura mexicana y el final no pudo ser mejor: “Huapango” de José Pablo Moncayo, cuyo ritmo envolvió a los visitantes del Uxmal nocturno.

 

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