Políticos cebolla

“Si partimos de la premisa de que los partidos políticos ya eligieron la primera vez por nosotros al ponernos a estos candidatos, ahora nos toca a nosotros buscar al menos malo o al más apto para gobernar… vaya tarea; nos los han bañado, cambiado, maquillado, metamorfoseado para que nos enamore, ahora nuestra misión es quitar las capas de cebolla que los cubre y llegar hasta la realidad, aunque al final terminemos volviéndolo a vestir igual”.

No es la esperanza, es la risa la que muere al último…

Aforismos a modo electoral:

-Cambio perro pitbull por mano ortopédica.

-Cambio altoparlante por enano mudo.

-Por falta de fe vendo gurú en perfecto estado.

-Marxista resignado busca socio capitalista.

-Hombre invisible, busca mujer transparente.

-Viejito con mal de Parkinson se alquila como

maraquero de conjunto cubano.

-Cambio pastor alemán por que no habla español.

-Joven soltero y sin compromiso alquila

media cama.

-Cambio cuervo por ojo de cristal.

-Músico confundido busca sexo… digo saxo.

-Cambio caja de condones por pañales.

-Vendo ojos para hacer cosas nunca vistas.

-Oferto huevos de chocolate: atte. Gallina bipolar.

-Soy un viejo rabo verde y busco joven ecologista.

-Cambio empleo difícil por mujer fácil.

-Se busca novia con auto, interesadas mandar foto… del auto.

En el nombre del padre… comenzaron las campañas

Las campañas políticas nos están poniendo nerviosos, pensamos que el país se acabará el primero de julio y que después tendremos que construir desde las cenizas, del país saldrá sólo humo y los cuervos y zopilotes estarán sobre nuestras cabezas, todo lo que hemos conseguido se irá por la coladera, los narcos acamparán en nuestras ciudades y poblaciones, esas propiedades que con tanto esfuerzos o sin esfuerzo se ha conseguido y ahora serán repartidas entre todos, incluso los zánganos que en su penitente vida han dado un sólo golpe, que los maestros de la coordinadora alzarán las bandera de la eterna flojera y taparán carreteras, comercios y aeropuertos, nos invade el desasosiego y la tristeza después del primero de julio.

Le tengo noticias y le apuesto una cena, -lector por lector-, que esa es la idea que diseminan los expertos en mercadotecnia que asesoran a los candidatos, nos quieren ver en suelo muertos de nervios para luego levantarnos con aquella frase, “yo también quiero a México”, así que levántate y anda… esa será su medicina, poner al país patas arriba y luego medio enderezarlo para que le demos las gracias por tanto amor. Después del miedo nos venden sus armas.

Díganos el cómo…

Nadie ha dicho hasta hoy como le hará para resolver aquello que nos aqueja, ninguno de estos que hoy compiten han puesto sobre la mesa propuestas decentes, todos hilvanan en el vacío y la vacuidad; más empleo, mejor seguridad, primer mundo, dinero fácil para todos, -los que no trabajan también tienen derecho-, otro ha dicho que la pensión puede ser universal, se convocará a todos para que opinen si se cancelan las obras del aeropuerto de la Ciudad de México, también que se derogue la reforma energética y educativa, vámonos para atrás en el tiempo, que la gente opine, como si la elección próxima no fuera de suyo una opinión nacional sobre quienes nos gobernarán y tendrán que tomar decisiones, sino entonces para que votamos.

Escuche, dude, castigue o premie, para eso sirve una elección. Son noventa días de palabras y el dos de julio México estará igual, pero sin un peso en la bolsa por todo lo tirado en las campañas políticas. Luego dicen por que nadie los quiere.

Concluyo con otro aforismo del gran Jorge Wagensberg, la exclamación clímax del creador es “¡Ya lo tengo!” (¡Eureka!), la del corrupto es “¡Ahora me toca a mí!”

Por: José Luis Preciado