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Homenaje a Pedro Infante, por José A. Ramírez Pascual

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Homenaje a Pedro Infante, por José A. Ramírez Pascual

Homenaje a Pedro Infante
¡Guitarra… que tanto evoca!
tócala tu guitarrero,

José A. Ramírez Pascual
José A. Ramírez Pascual

límpiale de alcohol la boca
y en esa guitarra toca
a Pedro un adiós postrero.
Aun está vibrando al viento
Pedro con su voz vivaz
al cumplir un año más
su triste fallecimiento.
Como artista fue un portento
surgido en el altiplano
y hasta al norte lejano
su “Amorcito corazón”
aun despierta la emoción
en el pueblo mexicano.
A Pénjamo  hizo famoso
el año cincuenta y dos
cuando su preciosa voz
pintaba un paisaje hermoso.
Aquel  ídolo glorioso
alcanzó fama mundial
y en el cine nacional
exaltó a la patria entera
con la música ranchera
o cantando “Nocturnal”.
Pero no sólo en cantar
y ser un actor brillante
destacaba Pedro Infante
su pasión era volar.
Volaba al Caribe marpedroinfante
hacia playas tropicales
y en esas giras triunfales
lograba anheladas metas
pues piloteaba avionetas
y hasta aviones comerciales.
La muerte no tiene horario
y con retos se le incita
ya que la parca maldita
no perdona al temerario.
En el aire fue el calvario
que de redondarlo espanta
cuando el sol que se levanta
negras nubes se formaron
y los mariachis callaron
con nudo en la garganta.
Y así pasará la vida
pasarán muchos abriles
surgirán cantantes miles
pero a Pedro… no se le olvida.
¡Canta paloma querida!
que al recuerdo va prendido
el artista que se ha ido.
¡Canta lo que el alma añora!
Y en esa guitarra llora…
por el ídolo caído

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