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Al padre Sol

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Al padre Sol

Una luz en el camino

“Todos somos migrantes, todos somos indigentes“

Por José Luis Preciado

 

Debe ser una dicha que millones de personas te miren con tanto respeto, en un país como México, donde la tendencia es derribar los valores y a las personas que los enaltecen, una dicha mayor que ese respeto se extienda a toda Centroamérica. Al sacerdote Alejandro Solalinde le han querido herir ese cariño, regateárselo de distintas maneras; con amenazas de muerte, injurias, violencia, ingratitud, abandono, desdén, incluso de los suyos, los seguidores de Cristo, y por último tentándolo con poder; invariablemente se ha quedado entre nosotros, vistiendo los ropajes de Jesús, siguiendo al pie de la letra sus enseñanzas, protegiendo y acompañando a los migrantes, denunciando con valentía los abusos del poder.

 

Vivir la vida en máxima tensión, corriendo los riesgo de amenazas de muerte que surgen desde varios frentes oscuros, cuyos inhumanos intereses se ven mermados por esa voz del padre Sol que no se calla, que vive arrancando presas de fauces sedientas y ambiciosas, para luego sonreír con los sobrevivientes, invitándolos a que tengan fe, que jueguen y disfruten del modesto albergue “Hermanos en el camino”.

Es un libro biográfico del padre y activista Alejandro Solalinde, “Revelaciones de un Misionero: mi vida itinerante” de la periodista Karla María Gutiérrez, quien ha sabido crecer como periodista al lado de un contador de historias, unciendo letras en esa labor titánica de economizar el lenguaje, tratando de incluir tantas historias de vida que caben en una sola persona que a su vez inspira a millones a seguir la ruta de entrega a los demás. No debe ser fácil contar la historia del padre Sol, un hombre de luces, postulado al premio Nobel de la Paz y distinguido con diversos reconocimientos internacionales, pero al mismo tiempo nombrado por el gobierno del país enemigo geopolítico que pone a México en titulares internacionales, con fuertes denuncias en contra de los derechos humanos.

¿Dónde están los límites entre arriesgar la vida y aferrarse a la fe; esa fe que lo mismo puede mover montañas que verse vulnerada ante la soledad de la misión?

Allí donde la misma iglesia católica le da la espalda a los misioneros, mientras que el padre Sol escribe sentado sobre esa hamaca itinerante que lleva en la modesta y ligera maleta lista para salir a prestar ayuda o dormir en alguna otra región.

Sólo me podría parar una bala en la cabeza

Me impacta la entrega desinteresada, por los otros, incluso a sabiendas de que la muerte acecha a cada paso, inspirado en la Madre Teresa de Calcuta, el luchador social César Chávez, Oscar Arnulfo Romero, padre Samuel Ruiz García.

“Revelaciones de un Misionero: mi vida itinerante” es un libro que compendia hasta hoy aquello que cala en lo más profundo de nuestra propia fe en las personas y en la religión misma, relatos desgarradores que confiesan y muestran las espinas que atenazan la cabeza de un ser humano de carne y hueso que muchas veces duda del camino, pero nunca del destino y la misión que un ser humano cercano o a Dios ha de cumplir, “sólo me podría parar una bala en la cabeza”, no se trata de una confesión suicida, es más bien un compromiso de amor por los demás, de Alejandro Solalinde que ama como nadie a la vida, pero que la ofrece a los demás para que ellos también descubran ese amor por la vida misma.

Gracias a la periodista Karla María Gutiérrez por la sensibilidad y la distancia adecuada para poder contar la historia viva de un personaje sorprendente y envuelto en esa piel que cubre sólo a los invitados a convertirse en parte de la historia de este país.

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