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Aercel Espadas Medina recibió anoche la Medalla Eligio Ancona 2017

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Aercel Espadas Medina recibió anoche la Medalla Eligio Ancona 2017

Por su destacada contribución en la arquitectura

Aercel Espadas Medina recibió anoche la Medalla Eligio Ancona 2017 y, además de agradecer la distinción otorgada a su persona y a su trayectoria profesional, recordó el arduo y difícil camino que recorrió para fundar la Escuela de Arquitectura e incorporarla a la entonces Universidad de Yucatán, a mediados de la década de los años setenta del siglo pasado.

También evocó que hace 36 años fue expulsado de la Universidad, debido a intrigas motivadas por su labor como defensor del patrimonio arquitectónico histórico urbano y, al concluir su discurso, advirtió que la Universidad le debe un desagravio público a su esposa, Maricarmen Ancona Albertos, antes de que fallezca, pues señaló que a ella también la expulsaron sin que mediara denuncia alguna en su contra y que, de encima, era querida por la comunidad universitaria.

El arquitecto recibió una fuerte ovación tras concluir con sus palabras la ceremonia que se llevó a cabo en la Sala Mayamax del Gran Museo del Mundo Maya, presidida por el Secretario General de Gobierno, Roberto Rodríguez Asaf, en representación del Gobernador Rolando Zapata Bello.

“Ahora me toca demostrar si soy tan bueno como dicen. Agradezco al Gobernador y al Rector que, con sus respectivos funcionarios, tienen la dedicación entusiasta para mantener la presea que conserva la medalla de don Eligio María Ancona Castillo y agradezco con la que se me honra”, dijo.

Los dos Eligios

Hombre de izquierdas, a sus 87 años leyó sus apuntes sin anteojos e hizo gala de buena memoria. Recordó que la historiografía registra un Eligio Jesús Ancona nacido en 1835 y fallecido antes de que naciera el Eligio María Ancona, que es el de la medalla que hoy recibo, nacido en 1836. Este hecho se conocía en la familia, pero los conservadores lo usaron en 1936 para confundir su centenario.

Dijo que Oscar García aclara esto en su libro “Lo que no sabían de Eligio Ancona”, editado por Conaculta en el año del centenario de Salvador Alvarado en Yucatán, en el 2015.

“Estoy sumamente agradecido por la presencia de todos ustedes, entre los que se encuentran muchas caras conocidas de amigos y amigas entrañables”, dijo, y anotó que “es bien conocido entre los miembros de la familia y amistades cercanas mi renuencia a los reconocimientos, por eso tuvieron que actuar con gran sigilo para que no me enterara de lo que estaban tramando contra mí para candidatearme a la máxima presea, y no tengo suficientes maneras para agradecérselos más que mi admiración por el cariño”.

“Agradezco a la UADY y a la labor del jurado para decidir sobre el laudo, quizá los más felices fueron los descendientes de don Eligio, aquí presentes sus bisnietos, sus tataranietos; sin embargo, la noche se ensombrece, se entristece, por su nieta ausente, Maricarmen, mi esposa, a quien la naturaleza ha maltratado con inmovilidad; al salir de la casa para venir la dejé llorando, porque se dio cuenta que pusimos una sonda en su estómago y hace días que no se le da de comer por la boca”, expresó.

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