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El destino de la Siderúrgica

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El destino de la Siderúrgica

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Por José Luis Preciado

Toneladas de acero de lo que fue la Siderúrgica de Yucatán (SIYUSA), la única que había en el sureste del país, abrirán paso a un desarrollo inmobiliario, que contará con una Plaza Comercial, un Palacio de Hierro, un edificio para departamentos, dos torres de oficinas y un hotel de gran turismo.

El desarrollo inmobiliario se sumará a la moderna infraestructura comercial y turística de la zona, muy cercana al Centro de Convenciones Yucatán Siglo XXI, el Gran Museo del Mundo Maya y nuevos hoteles.

La historia de éste nuevo proyecto inició en octubre de 2010, cuando el Sistema de Administración Tributaria (SAT) realizó un embargo a SIYUSA por una deuda fiscal de 440 millones de pesos, en ese momento quedó sellada la suerte de la empresa y sus 300 trabajadores. Ya no abriría más la legendaria Siyusa fundada en enero de 1976 por Vicente Erosa Cámara, el padre, porque su hijo Víctor Erosa Lizarraga, fue toda su vida un perfecto manirroto, no resultó un buen administrador de negocios, por ejemplo, ya en manos suyas, SIYUSA fue una de la nueve empresas rescatadas por el Fobaproa con una deuda de 146 millones 354 mil pesos, amén de otra de las grandes empresas de su familia –buque insignia de la industria de Yucatán–, Sidra Pino, cuyos trabajadores llevan en huelga más de tres años, buscando que alguien los indemnice, son 120 los que aún quedan aferrados a esta esperanza.

Los nuevos dueños de los terrenos de la Siderúrgica de Yucatán accionistas de la empresa “Inmobilia Desarrollos” está integrada por prominentes empresarios que llevan a cabo también proyectos como “Country Towers” y, a la cabeza, figuran Emilio Díaz Castellanos y Roberto Kelleher Vales, de acuerdo con datos del Registro Público de la Propiedad y del Comercio. Además aparecen como socios Carlos Alberto Palma Rodríguez, Juan Enrique Cámara Solís, Manuel Jesús Palma Rodríguez y María Isabel Mantecón Ponce, esposa de Díaz Castellanos.

Sin embargo, existe una marcada polémica porque otros socios del Country Club quedaron fuera de este nuevo proyecto, se sabe que la diferencia principal se dio con uno de los socios del Country, Emilio Loret de Mola Gomory, porque Díaz Castellanos y Kelleher Vales, lo vetaron, ello a pesar de que se usa la marca Country Club.

Sobre parte de este mismo grupo de personajes existe otro expediente, ahora son «ejidatarios» de Chelem, allí quieren desarrollar otra mega proyecto «El Palmar», es un polígono de unas 800 hectáreas en donde se edificarían viviendas de alto nivel y plusvalía, un lugar de ensueño, dicen los promotores. Ejidatarios de toda la vida de ese puerto ya tomaron nota y se alzaron en protesta, piden que intervenga el Estado para frenar a estos voraces desarrolladores.

Volviendo al tema de la Siderúrgica, vecinos dicen que vale la pena que se les devuelva por lo menos una, de las seis y media hectáreas del terreno, como donación para áreas públicas, quieren un parque ‘Siderúrgica’, ellos soportaron la polución por más de 30 años de contaminación permanente. Se lo han ganado.

Decía el extinto politólogo yucateco, Rafael Castilla Peniche “Cachicha”, los empresarios del norte de Mérida, son chicos muy sanos, desayunan cada mañana una manzana… pero de tierras.

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